El líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasan Nasrallah, ha atribuido a Israel el ataque masivo contra los aparatos buscapersonas y walkie-talkies de los miembros del grupo, que han dejado una treintena de muertos y miles de heridos. A través de una declaración televisada, Nasrallah ha denunciado que las olas de explosiones del martes y miércoles suponen una "declaración de guerra". "El enemigo ha vulnerado todas las reglas de enfrentamiento. Ha atravesado todas las líneas rojas", ha afirmado. El jefe de Hizbulá ha reconocido que la organización ha sufrido "un golpe importante" pero ha advertido que eso no les hará caer. "Saldremos más fuertes. Nos preparamos para ataques todavía peores", ha asegurado. En este sentido, se ha dirigido al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y al ministro de Defensa, Yoav Gallant, para advertirles: "No detendremos nuestros ataques mientras el enemigo no detenga la guerra en Gaza".

"El martes, Israel tenía como objetivo matar a 4.000 personas en un minuto haciendo detonar a los buscapersonas", ha denunciado el clérigo chií, y ha añadido: "Al día siguiente, otros 1.000 en un minuto". "En dos minutos, Israel tenía la intención de asesinar a 5.000 personas", ha asegurado. Nasrallah ha definido los ataques como "una masacre sin precedentes", y ha señalado que se produjeron explosiones en "hospitales, farmacias, mercados, tiendas, casas, coches y calles, donde hay miles de civiles, mujeres y niños".

Israel sobrevuela Beirut mientras Hizbulá promete venganza

Mientras Nasrallah pronunciaba su discurso, aviones de combate israelíes sobrevolaban a baja altura Beirut y lanzando bengalas. El líder de Hizbulá reconoció que se produjo una "masacre sin precedentes", y apuntó a la "superioridad tecnológica" de Israel, Estados Unidos y la OTAN. Con todo, aseguró que el ataque fue "frustrado en gran parte" y explicó que se han creado varios comités de investigación internos para estudiar "todas las hipótesis y teorías" sobre el ataque tecnológico. Sea como sea, el líder chií ha prometido represalias por los ataques: "Habrá un castigo justo. No diré cuándo, dónde, ni cómo. Lo sabréis cuando llegue el momento".

Hizbulá ha advertido a Israel de que no le permitirá devolver a sus ciudadanos desplazados de la frontera a su casa. "El objetivo de la resistencia es evitar que el enemigo alcance sus objetivos. Su último objetivo es devolver a los colonos a sus hogares en el norte de la Palestina ocupada. No lo conseguirán", aseguró, y reiteró a Netanyahu que "la única solución" es detener la agresión contra Gaza. "Ni escalada militar, ni matanza, ni guerra".