El líder republicano Kevin McCarthy ha encargado una investigación de juicio político contra Joe Biden, por supuestamente proteger los negocios de su hijo Hunter Biden —acusado de haber amasado una fortuna mediante acuerdos comerciales con empresas extranjeras. Concretamente, el presidente de la Cámara de Representantes norteamericana ha ordenado abrir la investigación contra el presidente de los Estados Unidos con el objetivo de obtener registros bancarios y otros documentos tanto del dirigente como de su hijo. Se trata del primer paso para un posible juicio político o impeachment, que tiene pocas opciones de prosperar.
En una rueda de prensa este martes, McCarthy ha asegurado que Biden "ha mentido sobre los negocios de su familia en el extranjero" y que ha tenido llamadas, cenas y reuniones con los socios comerciales de su hijo. Entonces, ha considerado que la investigación es el siguiente "paso lógico" a las indagaciones impulsadas por los republicanos desde que recuperaron en enero el control de la Cámara de Representantes después de las elecciones de medio mandato en noviembre del 2022.
Un 'impeachment' sin futuro
¿Por qué decimos que el posible impeachment tiene pocas opciones de prosperar? Porque las resoluciones de juicio político tienen que ser validadas por el pleno de la cámara, donde aún no está claro que McCarthy tenga el apoyo de republicanos moderados de su bancada. En caso de salir adelante, se llegaría al Senado —quien tiene la potestad para hacer este tipo de juicios y está bajo control demócrata, de manera que la posibilidad de que prospere es limitada. El expresidente Donald Trump ya sobrevivió a dos juicios políticos después de ser acusado de abuso de poder y obstrucción al Congreso por presiones a las autoridades ucranianas para perjudicar a la familia Biden.
Sea como sea, el presidente de la Cámara de Representantes ha asegurado que la familia Biden ha ganado hasta 20 millones de dólares gracias a acuerdos comerciales desde que ocupan el Despacho Oval. "A pesar de estas serias acusaciones, parece que la familia Biden ha recibido un trato especial por parte de la Administración. (...) No he tomado esta decisión a la ligera. Independientemente de tu partido y de a quién hayas votado, estos hechos tienen que preocupar a todos los norteamericanos. La población tiene que saber que las oficinas públicas no están en venta y que el gobierno federal no tiene que ser utilizado para tapar las acciones de un familiar", ha indicado.
Las acusaciones de McCarthy contra Biden
En esta línea, McCarthy ha animado al presidente y su equipo a cooperar totalmente con la investigación: "Estamos comprometidos con obtener respuestas para los norteamericanos, ni más, ni menos. Iremos allí donde las pruebas nos lleven". Según sus datos, el Departamento del Tesoro "tiene más de 150 transacciones que implican la familia Biden y otros socios de negocios que fueron marcados como actividad sospechosa por los bancos norteamericanos". La comparecencia ha tenido lugar en el primer día de actividad en la Cámara Baja después del remanso de verano.
La investigación la liderará el presidente del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara, James Corner, en coordinación con el presidente del Comité Judicial, Jim Jordan, y el presidente del Comité de Medios y Arbitrios, Jason Smith. Sin embargo, los demócratas tienen claro que no encontrarán nada. El portavoz de la Casa Blanca para supervisión e investigaciones, Ian Sams, ha asegurado en Twitter que la Cámara ha investigado a Biden "durante nueve meses y no ha encontrado evidencia de irregularidades". "Sus propios miembros del Partido Republicano lo han dicho. Prometió hacer una votación para abrir un juicio político. Ahora ha cambiado de opinión porque no tiene apoyo. La política extrema en su peor momento", ha añadido.