Todas las encuestas señalan a una clara vencedora en las primarias para presidir el Partido Conservador Británico, unas elecciones que trascendeixen los tories, ya que quien salga vencedor también será quien desaloje en Boris Johnson de Downing Street y se convierta en el nuevo primer, o más bien, primera, ministro del Reino Unido. Esta es Liz Truss, durante el gobierno de Johnson ha sido ministra de Exteriores y aunque en un principio del debate sobre la salida del país de la Unión Europea votó en contra, ahora es claramente pro-Brexit. Ganaría así a quien en algún momento pareció el relevo natural de Johnson, Rishi Sunak, que hasta ahora ha ejercido de ministro de Economía. Aunque Truss ha querido dejar claro en reiteradas ocasiones que no quiere que se la compare con Margaret Thatcher, la primera mujer en asumir el rol de premier, la realidad es que es casi inevitable. Y la política conservadora tampoco hace demasiado para evitarlo.
Una nueva Dama de Hierro
La única mujer al ser primera ministra después de Thatcher fue Theresa May, que acabó dimitiendo en favor de Johnson. Con ella no se la compara tan a menudo, pero con Thatcher las analogías son constantes. La admiración que siendo Truss por Thatcher no es ningún secreto, a pesar de que en su juventud e influida por unos padres de ideología de izquierdas, participó en protestas contra la Dama de Hierro. Ahora, sin embargo, que muchos vean en ella a su sucesora es algo que la hace disfrutar. También había sido republicana en su época universitaria, pero si finalmente acaba ganando las primarias se tendrá que reunir a menudo con la Reina.
Ahora, Truss ha sido nuevamente comparada con Thatcher ya no por sus ideas conservadoras, muy similares a las que llevó a término en su larga etapa como premier, sino por la imagen que quiere proyectar. Ya no hablemos de proyectos políticos, ha dejado claro que no permitirá un segundo referéndum en Escocia si llega al número 10 de Downing Street, si no de la imagen, de las fotografías. Primero, se vistió de soldado y se dejó retraer dentro de un tanque en el más puro estilo Dama de Hierro en 1986 en Hambrug, según destacaba el diario The Times. Y ahora, se ha fotografiado delante de una bandera Union Jack pintada como si fuera un grafiti en una pared. Thatcher ya lo había hecho (mucho) antes. Tal como ha advertido el periodista Adam Binekov en Twitter, las dos imágenes son prácticamente iguales y se publican una semana más tarde que la conservadora negara que se intenta parecerse a Thatcher.