El martes 12 de abril, la policía británica multó a Boris Johnson por ser culpable de haber violado las leyes pandémicas con las fiestas en Downing Street durante el confinamiento. Estas fueron un auténtico escándalo cuando estallaron y parecía que su gobierno podía llegar a caer, pero llegó la pandemia y cambió el foco de atención, con el primer ministro siendo de los primeros a sancionar a los oligarcas rusos y en visitar a Volodímir Zelenski. Aun así, la Scotland Yard no se ha olvidado de las fiestas y después de multar a mediados de abril a unas 50 personas, entre ellas Boris Johnson, su esposa Carrie Johnson, y el ministro de Finanzas, Rishi Suna; este jueves ha revelado que ha impuesto otras cincuenta multas en relación con las fiestas celebradas en la sede del Gobierno británico y en oficinas públicas durante la pandemia, lo que hace que el total de sanciones supere ya el centenar.
"La Operación Hillman, la investigación sobre las violaciones de las normativas por la covid-19 en Whitehall -sede del Ejecutivo- y en Downing Street -del Gobierno- superan las cien enviadas a la Oficina de Historial Delictivo (ACRO, en inglés), señaló Scotland Yard en un comunicado. La Met agrega que la investigación sobre esos encuentros sociales organizados durante los últimos dos años por funcionarios públicos, cuando el resto del país se atenía a duras normas, "continúa activa". "Estas multas se han continuado emitiendo durante el periodo desde nuestra última actualización el 12 de abril y la investigación continúa activa", señaló la policía, en referencia a las multas al matrimonio Johnson y al ministro Sunak. En el caso del primer ministro, Johnson había señalado anteriormente que no pensaba que haber celebrado su 56 cumpleaños -en un encuentro "sorpresa" organizado por su esposa- en su oficina suponía una violación de las normas del coronavirus, aunque "aceptaba humildemente" que sí las había quebrado.
Al saberse la noticia, voces de todos los colores políticos alzaron la voz para pedir la dimisión del jefe del gobierno británico. El líder de los laboristas y jefe de la oposición, Keir Starmer, aseguró que no solo Boris Johnson y Rishi Sunak han incumplido la ley, sino que también "han mentido repetidamente al público británico". En varias ocasiones y ante la Cámara de los Comunes, Johnson llegó a asegurar que no rompió ninguna restricción, ya que se trataban de encuentros de trabajo. En la misma línea, Sunak negó incluso haber asistido a ninguno de estos encuentros. "Los dos tienen que dimitir", defendía Starmer, que en otra ocasión ya había señalado que "el código ministerial dice que los ministros que engañan a conciencia a la Cámara tendrían que dimitir".
¿Cuáles fueron las fiestas de Johnson?
Uno de los encuentros más destacados fue una fiesta en el jardín de Downing Street el 20 de mayo de 2020, en plena primera ola. Entonces secretario de Johnson, Martin Reynolds, invitó a un centenar de personas a través de un correo electrónico a llevar sus propias bebidas y a unirse al encuentro. Boris y Carrie Johnson estuvieron presentes, y ante el aumento de las críticas, Johnson salió a defender que creía que se trataba de un acontecimiento laboral y que solo estuvo por minutos.