La avalancha de críticas por la gestión de la retirada militar estadounidense se apilan día tras día. Por eso el ejecutivo de Joe Biden ha salido a defenderse asegurando que las "devastadoras" escenas de caos en el aeropuerto de Kabul eran inevitables. El encargado de dar la cara después de días de imágenes aterradoras desde Afganistán ha sido Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional del presidente de los Estados Unidos. El asesor ha negado que una mejor planificación hubiera prevenido el alud de personas que se abalanzaron sobre el aeropuerto para huir de su país.

De forma determinista, Sullivan se ha limitado a decir que: "Cuando acaba una guerra civil, con una fuerza rival que entra en la capital, habrá escenas de caos. Habrá mucha gente que abandona el país. Eso no es algo que se pueda evitar realmente".

Hace días que las fuerzas militares de los Estados Unidos presumían de contar con un nuevo sistema de gestión de datos que les permitía predecir el futuro. Es de suponer que el caos que se ha expandido por las calles de las ciudades afganas entraba dentro de los cálculos de la inteligencia militar americana, la cual habría que recordar que auguró que los talibanes tardarían meses en controlar todo el territorio de Afganistán, cuando, en realidad, lo han conseguido en pocos días.

Combatientes talibanes por las calles de Kabul / Efe

Negociación con los talibanes, un paso para los civiles y una nueva amenaza

La prioridad americana es la evacuación de sus ciudadanos, según ha declarado Sullivan. Con el fin de facilitar esta operación, están dispuestos a negociar con los talibanes. Una posición que hace años sería impensable para cualquier ejecutivo norteamericano, ahora es algo imprescindible para conseguir su objetivo de evacuar a los soldados y a los 11.000 ciudadanos americanos que todavía están en el país.

Sullivan ha declarado: "Los talibanes nos han informado de que están preparados para proporcionar un paso seguro de los civiles en el aeropuerto, y nuestra intención es asegurarnos de que cumplen este compromiso", según recoge Efe. Un gesto de los vencedores hacia los perdedores, dejarles marchar con seguridad.

La política exterior estadounidense a menudo ha respondido al dicho de "morir matando", y esta vez no parece diferente. Aunque la comunidad internacional los señala cada vez más como los perdedores de este conflicto, los americanos todavía han tenido aliento para amenazar de nuevo a los talibanes.

En este caso la amenaza de la Casa Blanca va dirigida a este compromiso de asegurar una evacuación segura. Si los talibanes no cumplen con este compromiso, Estados Unidos se reserva el derecho de responder con "el peso completo de la fuerza militar norteamericana", advirtió después la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en declaraciones a la prensa.

 

Imagen principal: Luchadores talibanes patrullando por Kandahar / Efe