Intercambio de amenazas sin mover ficha. La escalada de tensión entre Rusia y los Estados Unidos ha llegado finalmente a su punto más álgido este jueves. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha mantenido una conversación por teléfono con su homólogo norteamericano en la cual ha advertido que si los EE. UU. imponen más sanciones contra Rusia, "Rusia se verá obligada a adoptar todas las medidas necesarias para garantizar el equilibrio estratégico y eliminar las amenazas inadmisibles para su seguridad", ha explicado el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov. Por el contrario, Biden ha presentado Putin con dos posibles futuros para Rusia: medidas económicas "sin precedentes" o intensificar la ayuda de la OTAN a Ucrania. Hoy por hoy, la única esperanza en el horizonte para desescalar esta situación límite es la conferencia de Ginebra que reunirá los dos países cara a cara el 9 y 10 de enero.
El punto de no retorno
Los dos líderes se encuentran enrocados en sus posiciones, vigilando muy de cerca los movimientos del otro, pero sin actuar. Por lo que desprende su conversación telefónica, un solo paso en falso de Biden podría desencadenar en un conflicto bélico nunca antes visto entre las dos potencias. Por su parte, Putin hace meses que ha desplegado decenas de miles de soldados en la frontera con Ucrania y ha hecho sonar todas las alertas de la OTAN. Delante de eso, los Estados Unidos y sus aliados han amenazado con aprobado un paquete de sanciones económicas "sin precedentes". Sin embargo, está aquí donde Rusia ha fijado el límite: el final de la guerra en Ucrania está "lejos", ha asegurado Lavrov, y "Rusia tomará todas las medidas necesarias para su protección". Las sanciones económicas solamente desencadenarán en la "ruptura definitiva" de las relaciones diplomáticas, ha advertido.
Por desescalar, Putin quiere garantías "inmediatas" que la OTAN no intervendrá en Ucrania y que se retire todo el armamento nuclear de Europa. Aunque los EE. UU. no contemplan en absoluto ninguna de estas medidas, han acordado sentarse a negociar con Rusia el 10 de enero en Ginebra.
Crisis de los misiles, parte 2
La crisis de los misiles cubanos de 1962 entre las administraciones Kennedy y Jruschov supuso el punto álgido de la guerra fría en el cual los EE. UU. y Rusia estuvieron más cerca de la guerra nuclear. Tal como confirmó el Ejecutivo de Putin este lunes, en estos momentos las tensiones entre Rusia y los aliados de los EE. UU. se encuentran "muy cerca" de atravesar la "línea" del conflicto armado. Así lo ha advertido el viceministro de Exteriores ruso este lunes y ha añadido que la única manera de desescalar la situación es "utilizar principalmente medios políticos y diplomáticos".