Japón se encuentra sobrepasado por la gran cantidad de turistas que llegan cada año a sus islas. Algunas localidades sufren especialmente la presión del turismo, hasta el punto que se estropea el entorno y se altera la vida de los ciudadanos. Fujikawaguchiko es una ciudad nipona que vive bajo esta presión turística y ha decidido actuar. Concretamente, el consistorio ha bloqueado la vista del monte Fuji desde un punto de la ciudad que se había vuelto muy conocido y estaba colapsado por la presencia de turistas.

El ayuntamiento de la localidad nipona ha instalado ya las barreras metálicas y la cortina que impedirán a los visitantes tomar la popular fotografía del volcán ante la afluencia excesiva de turistas. El turismo masivo bloqueaba la circulación tanto de peatones como de vehículos en la calle donde se ubica el punto con vistas a la icónica montaña, delante de una tienda de conveniencia (o konbini) de la cadena Lawson y en una vía estrecha e incapaz de asumir el volumen de visitantes.

Los turistas, que acuden a Fujikawaguchiko precisamente por sus vistas de la montaña Fuji, empezaron a hacer la fotografía en este punto concreto después de que un 'influencer' extranjero fotografiara el escenario el 2020 y la imagen se volviera viral en las redes sociales.

Más medidas contra la masificación del turismo

Uno de los lugares más populares de Kioto cierra sus puertas a los turistas. Se trata del distrito de Gion, popular porque está donde se concentran los locales tradicionales donde trabajan las geishas. Más que los locales en sí, los turistas paseaban por estas calles para ver a las geishas yendo a su trabajo. El gran problema radica en el comportamiento de estos turistas. Muchos ignoran los carteles donde se pide explícitamente que no se hagan fotografías a las geishas y, a veces, las increpan directamente. En esta situación, el consistorio de Kioto, viendo que pidiendo buen comportamiento de forma amable no se conseguía nada, ha ido tomado una medida radical: el distrito queda cerrado para los turistas. Los intentos anteriores de animar a los turistas a no acercarse a las mujeres, incluidos carteles y multas de hasta 10.000 yenes por fotografías no consensuadas, que equivaldrían a poco más de 50 euros, no han funcionado.

Hay más medidas en marcha para tratar de contener la masificación en el monte Fuji. Es el caso de la prefectura de Yamanashi, donde dijeron que empezarían a cobrar 2.000 yenes, unos 12 euros, para acceder al Monte Fuji. A pesar de estas primeras medidas para tratar de frenar la ingente ola de visitantes, el país se encuentra con un problema para conciliar la vida de los ciudadanos y la actividad turística.