La propaganda rusa se intensifica por el alargamiento de la guerra en Ucrania con un claro objetivo: hacer ver que no hay guerra. El gobierno ruso ha organizado este viernes un acto en el estadio olímpico Luzhnikí de Moscú, con música, discursos de figuras políticas, militares y, por descontado, con el presidente Vladímir Putin como protagonista. A pesar de algunos problemas técnicos que lo han interrumpido hacia el final, Putin ha alabado en su discurso el heroísmo de los soldados rusos durante la "campaña militar especial" destinada a evitar un "genocidio" en Ucrania. Según las autoridades locales, unos 200.000 ciudadanos han llenado el estadio, mientras que los medios ucranianos hablan de funcionarios a los cuales la policía habría metido en un autobús y forzado a ir al concierto. Como muestra del imaginario político que sustenta actualmente el régimen ruso, Putin ha citado en su intervención la Biblia, un comandante zarista, y ha invocado el espíritu de la victoria soviética contra la Alemania nazi.
 

Los asistentes al concierto / Efe

Agitación

La respuesta de Putin al malestar que se empieza a hacer notar en Rusia y ante los errores cálculo que han alargado la invasión de Ucrania, ha sido muy clara y exagerada. Putin, que ha citado la Biblia para justificar la intervención militar en Ucrania, ha considerado que la mejor expresión de la unidad del pueblo ruso es cómo combaten "hombro con hombro" los soldados rusos. "Vemos cuán heroicamente actúan y combaten nuestros chicos durante esta operación. Hacía mucho tiempo que no disfrutábamos de tanta unidad", ha alabado. El presidente también ha hecho un llamamiento a los presentes para felicitar a los ciudadanos de Crimea por el octavo aniversario de la anexión de la península ucraniana. "¡Por un mundo sin nazismo!", "¡Por el presidente!" y "¡Por Rusia!", decían los eslóganes que se podían leer en el escenario. Decenas de miles de personas que no han podido acceder al estadio, porque solamente tiene capacidad para 80.000 espectadores, han seguido los conciertos desde fuera. Han actuado artistas que no están en la lista negra del Kremlin por ir contra la guerra, como la concursante de Eurovisión Polina Gagarina. Dentro del estadio, una pantalla ha proyectado imágenes heroicas de las fuerzas armadas rusas. A pesar del mensaje contra Occidente, es inevitable ver los paralelismos entre la macrofiesta de Putin y una final de la Super Bowl o de lucha norteamericana.

 

El momento del problema técnico que ha interrumpido el discurso de Putin. Algunos especulan que no era en directo.

Verdad alternativa

Algunos de los presentadores, cantantes y asistentes del concierto llevaban el lazo de San Jorge en forma de Z, que se ha convertido en símbolo de la intervención militar en Ucrania. Los rusos suelen ponerse el lazo de San Jorge coincidiendo con el 9 de mayo, día de la victoria contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. La popularidad de Putin ha ascendido hasta el 79,6% durante la "operación militar especial", según los resultados de un sondeo publicado hoy por un centro demoscópico próximo al Kremlin. También ha ascendido la aprobación de la gestión del jefe del Kremlin, del 70,2% al 77,2%, entre el inicio de la campaña militar y medios de marzo. Según los testimonios recogidos por la BBC en la cola del concierto, algunos de los asistentes han confirmado que trabajan en el sector público, y que habían sido presionados por sus superiores. "Estaré aquí un rato y después me voy... Creo que la mayoría de la gente aquí no apoya la guerra. Yo no lo hago", ha dicho un trabajador del metro de Moscú. Por otra parte, el medio citado también asegura que a los estudiantes que han asistido les habían prometido un día de fiesta si iban.