El gobierno francés está sudando tinta en las calles del país, con una revuelta contra la reforma de las pensiones que, por ahora, crece con dureza cada día que pasa. París es una ciudad en la que a menudo las protestas acaban con incidentes, pero la virulencia de lo que se está viendo estos días ha sorprendido a los medios franceses. Y además se está extendiendo a otras zonas del país, como sucedió con el incendio en el Ayuntamiento de Burdeos (Gironda). La situación delicada en la que se encuentra la presidencia de Emmanuel Macron queda confirmada también porque el rey de Inglaterra ha tenido que suspender su anunciada visita a París, la primera desde que fue coronado. Las autoridades francesas no le pueden garantizar una estancia tranquila, lo que ratifica que la situación es extremadamente grave para el gobierno.
Como Macron no consigue por ahora desactivar la revuelta y en Francia se protege al presidente, la primera ministra, Élisabeth Borne, es la que recibe en primer término la presión del malestar y, según varios observadores, se está tambaleando en el cargo. El diario Le Monde, que es ponderado, afirma que Borne está perdiendo apoyos en la mayoría gubernamental y muchos la cuestionan, después de que superara por solo 9 votos las mociones de censura. El rotativo hace una descripción pictórica de la impotencia que está viviendo el Ejecutivo francés: "Veinticuatro horas después de la intervención del presidente de la República, supuestamente para apaciguar la irritación de los franceses, la disputa ha tomado el color de centenares de incendios. En Burdeos, la puerta del ayuntamiento está en llamas", apunta. Macron ha realizado ahora una jugada sibilina y ha encargado a Borne ampliar la mayoría gubernamental con una nueva coalición de gobierno. Es precisamente lo que no ha conseguido con la reforma de las pensiones, que no tenía suficientes apoyos en la Asamblea francesa y se ha tenido que aprobar por decreto. "Espero que lo haga", ha indicado Macron, en lo que muchos han interpretado como un final de etapa próximo de la primera ministra.
El diario Financial Times se pregunta abiertamente si Francia camina hacia la sexta República, lo que significa que, para el gran diario económico británico, el Estado francés está ante una monumental crisis que lo llevará a hacer un reset. La quinta república se creó en 1958 por obra del general De Gaulle, a raíz de la gran crisis originada por la independencia de Argelia y un cierto descontrol al ejército. El resultado fue un reforzamiento drástico de la figura de presidente.
Solo en la jornada del jueves, la policía francesa efectuó 457 detenciones en todo el país, según ha informado el ministro del Interior, Gérald Darmanin. Ha aprovechado para agradecer la actuación de los 12.000 policías y gendarmes que se han movilizado. También ha indicado que ayer se produjeron 300 manifestaciones y que, además de París y Burdeos, hubo graves incidentes en Rennes (Bretaña), Nantes (Loira), y Lorient (Bretaña). Darmanin ha rechazado retirar la reforma de las pensiones para reconducir el malestar, con un argumento republicano. "No creo que se tenga que retirar este texto a causa de la violencia. Si se hiciera, la República no existe", ha advertido.
Mientras tanto, en la capital francesa algunos han aprovechado las escenas de tensión para intentar unas fotografías artísticas.