El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha exhibido su desprecio hacia el líder de la oposición, Edmundo González, exiliado recientemente en Madrid. En un acto con fieles al chavismo, que se retransmitió por la televisión pública, Maduro se mofa del exilio de González y lo acusa de "haber robado millones de la campaña". "Se ha ido, se ha ido, el viejecito," canta el presidente venezolano ante su audiencia.

 

 

La oposición a Venezuela reclama que se publiquen las actas de los últimos comicios presidenciales que, según sostienen, ganó González. El gobierno venezolano, sin embargo, no ha accedido a publicarlas y ha declarado la victoria de Maduro, mientras la comunidad internacional denuncia que las elecciones no han sido fiables. El líder opositor estuvo unas semanas refugiado en la embajada holandesa en Caracas y días después, gracias a las negociaciones de España, pudo salir del país dirección en Madrid acompañado de su mujer.

Maduro hace befa de la situación de González y se ríe de al "viejecito" a quien acusa de robar. También acusa de haber actuado de forma similar al opositor Julio Borges, expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela. Edmundo González era el candidato de consenso de la oposición venezolana. Diplomático de larga trayectoria, forma parte del partido de la Mesa de la Unidad Democrática, conformada por formaciones de varias ideologías: progresismo, la socialdemocracia, el socialcristianisme y el socialismo democrático. Sin embargo, los detractores de la oposición venezolana lo acusan de ser de extrema derecha.

Venezuela, a debate en España

La llegada de González en España ha hecho que Venezuela se haya convertido en un tema de discusión política en el Estado español. Tanto el PP como el PSOE utilizan esta cuestión internacional para sus guerras internas, mientras en las calles, miles de venezolanos de la diáspora se manifiestan para que España ejerza presión sobre el gobierno venezolano. En las últimas horas, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha definido el régimen venezolano de dictadura, hecho que ha abierto una nueva brecha entre los dos gobiernos, aunque el ejecutivo de Pedro Sánchez va con pies de plomo a la hora de tratar con Maduro.

Venezuela ha llamado a consultas al embajador de España a Caracas, Ramón Santos, delante de lo que el Gobierno de Nicolás Maduro considera unas "insolentes, injerencias y burdas declaraciones" de Robles. El embajador, según ha explicado el canciller venezolano, Yván Gil, a su canal de Telegram, tiene que comparecer en el Ministerio de Relaciones Exteriores este viernes a instancias del Ejecutivo chavista, que considera que las declaraciones de Robles "apuntan en un deterioro de las relaciones entre ambos países".