La joven iraní Mahsa Amini y el movimiento "Mujer, Vida y Libertad", con el que se protestó contra las leyes iraníes discriminatorias contra la mujer después de la muerte de Amini, ha conseguido este jueves el Premio Sájarov a la libertad de conciencia que concede el Parlamento Europeo.
"El brutal asesinato de Mahsa Amini se ha convertido en un momento crucial. Ha activado un movimiento liderado por mujeres que está siendo histórico. El mundo ha escuchado el grito de 'Mujer, Vida y Libertad', que se ha convertido en un lema para los que defienden la igualdad, la dignidad y la libertad en Irán", ha anunciado en el hemiciclo a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.
"Homenaje a las mujeres, hombres y jóvenes talentos"
Después de un largo aplauso de los eurodiputados, Metsola ha pedido que el premio sirva "como homenaje a las mujeres, hombres y jóvenes valientes y desafiadores en Irán que, a pesar de la presión cada vez mayor, están liderando el impulso hacia el cambio". "El Parlamento Europeo os escucha, el mundo os ve y estamos con vosotros", ha resaltado la presidenta de la Eurocámara.
Amini, que murió hace poco más de un año en custodia policial después de ser detenida por la llamada policía de la moral para no llevar bien puesto el velo islámico, había sido nominada por los tres principales grupos del Parlamento Europeo (populares, socialdemócratas y liberales) y era clara favorita a llevarse el galardón de manera póstuma al lado del movimiento surgido después de su muerte.
El Premio Sájarov, dotado con 50.000 euros, premia una contribución extraordinaria a la protección de la libertad de conciencia y supone el máximo homenaje rendido por la Unión Europea al trabajo en el ámbito de los derechos humanos. Representantes del movimiento recogerán el galardón en una ceremonia durante el pleno de diciembre en Estrasburgo (Francia).
Fuertes protestas en el Irán después de la muerte de Amini
La muerte de Amini provocó fuertes protestas que durante meses pidieron el fin de la República Islámica y solo desaparecieron después de una represión que causó 500 muertes, la detención de al menos 22.000 personas y en que fueron ejecutados siete manifestantes, uno en público.
Quedaron finalistas en esta edición los nicaragüenses Vilma Núñez de Escorcia, directora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, y monseñor Rolando José Álvarez Lagos, actualmente tomado para negarse a abandonar el país, que han luchado por los derechos de la población a su país ante el régimen de Daniel Ortega.
También fueron finalistas tres mujeres que luchan por el aborto legal, seguro y gratuito: la polaca Justyna Wydrzynska, la salvadoreña Morena Herrera y la norteamericana Colleen McNichols.