El gobierno de Malasia ha abierto la puerta a una nueva operación para buscar el vuelo MH370, desaparecido hace más de una década con 239 pasajeros a bordo en el océano Índico. Las autoridades han llegado a un acuerdo de principios con la compañía de exploración británica Ocean Infinity a fin de que se reanude la búsqueda del avión, que se esfumó sin dejar rastro el 8 de marzo del 2014 y hoy constituye el mayor misterio de la aviación. Esta nueva operación, prevista para a principios del 2025, será la tercera que se pone en marcha, sin que los otros intentos hayan podido aclarar dónde se encuentra la aeronave. El ministro de Transportes malayo, Antony Loke, ha señalado en rueda de prensa que se está negociando un acuerdo para que Ocean Infinity asuma la búsqueda en un área de 15.000 kilómetros al oeste de Australia. "La localización de la nueva área de búsqueda propuesta se basa en la última información y datos analizados por expertos e investigadores", ha explicado el ministro, que ha subrayado que el plan propuesto por la empresa es "creíble".

Según el acuerdo de principios alcanzado, la firma no cobrará dinero si no encuentra el MH370, pero si acaba localizando los restos, percibirá una cantidad aproximada de 70 millones de dólares, unos 67 millones de euros. En este sentido, el ministro ha pedido a Ocean Infinity que, en caso de que anuncie la localización de partes de la aeronave, aporte pruebas sólidas que demuestren esta afirmación. Por otra parte, Loke ha asegurado que los plazos de la firma del acuerdo son ideales porque "el mejor momento para buscar en esta zona es entre en enero y en abril". "Esperamos que esta vez (la búsqueda) sea positiva", ha expresado Loke, que ha señalado que encontrar los restos del Boeing 777 permitiría pasar página a los familiares de las víctimas. Por su parte, el CEO de Ocean Infinity, Oliver Plunkett, ha celebrado el anuncio del gobierno de Malasia y ha afirmado que esperan "compartir más detalles el próximo año" una vez esté todo listo.

La misión imposible de encontrar el MH370

El vuelo MH370 se elevó en Kuala Lumpur cuando pasaban 41 minutos de la medianoche, y estaba previsto que aterrizara en Pekín a las seis y media de la mañana. A bordo viajaban 153 chinos, 50 malayos —12 formaban parte de la tripulación—, siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadounidenses, dos iraníes, dos canadienses, dos neozelandeses, dos ucranianos, un holandés, un ruso y un taiwanés. Menos de una hora después del despegue, en el momento de abandonar el espacio aéreo de Malasia y adentrarse en Vietnam, perdió el contacto con los sistemas de control del tráfico aéreo, y según se detectó en el radar, se desvió de su ruta hacia el sur del Índico, donde se cree que se estrelló.

Los investigadores no han podido determinar qué sucedió en la aeronave, pero en el último informe de la investigación, publicado en 2018, se concluyó que los controles se manipularon deliberadamente para cambiar la ruta del vuelo, sin que se pudiera determinar quién fue responsable y por qué lo hizo. "La respuesta solo puede ser concluyente si se encuentran los restos del avión", aseguró entonces el jefe del equipo de investigadores, Kok Soo Chon. A lo largo de la última década, se han localizado 27 posibles fragmentos de la aeronave que han llegado a playas de Reunión, Mozambique, Mauricio, Sudáfrica y la isla Pemba (Zanzíbar), aunque solo tres de las piezas se han confirmado como partes de la aeronave, y hay 15 más que se cree que probablemente formaban parte.

Después del siniestro, empezó la primera operación de búsqueda, que durante las primeras semanas se centró en el sureste asiático, hasta que la información proporcionada por radares militares y satélites apuntó que el Boeing 777 se había desviado hacia el océano Índico. Malasia, China y Australia se comprometieron a mantener la búsqueda de la aeronave, una tarea que tuvieron que parar en enero del 2017 sin haber conseguido su objetivo y después de un gasto de 145 millones de dólares. Al año siguiente, en 2018, Ocean Infinity inició una segunda operación de búsqueda que se alargó durante seis meses, en los que se rastreó un área de 25.000 kilómetros cuadrados también sin éxito. A pesar de la infructuosa misión inicial, la compañía hace años que insiste para poder reanudar la búsqueda, y asegura que ha ganado experiencia en misiones como las del submarino ARA San Juan, el barco surcoreano Stellar Daisy, o el hallazgo del submarino francés Minerve en 2019, medio siglo después de su desaparición.