Una multitud de argentinos salió este viernes a la calle para condenar el intento de asesinato de la vicepresidenta del país, Cristina Fernández de Kirchner. Horas antes, un hombre que ya ha sido detenido y se ha negado a declarar ante la jueza, la había apuntado con una pistola cargada en la cabeza, pero el arma falló cuando la disparó. En palabras del actual presidente, Alberto Fernández, se trata del "hecho más grave" desde que el país retornó a la democracia en 1983. Ante estas circunstancias, decenas de miles de manifestantes se movilizaron este viernes en Buenos Aires y en otras ciudades de Argentina para expresar su condena al intento de magnicidio. Organizaciones sociales, sindicales y políticas afines al oficialismo y ciudadanos marcharon por diversos sectores de la capital para concentrarse en una masiva manifestación en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino, que Fernández de Krichner lideró entre 2007 y 2015.
Mensaje contra los medios de comunicación
Alberto Fernández, había repudiado el jueves por la noche el "atentado" en un mensaje por cadena nacional y decretó este viernes como día no laborable para que los ciudadanos puedan expresarse en las calles en contra de la violencia. En esta jornada se hizo un llamamiento "a la unidad nacional pero no a cualquier precio" en un documento leído por la titular de la Asociación Argentina de Actores, Alejandra Darín, ante la Casa Rosada para cerrar la multitudinaria marcha, rodeada de ministros del Ejecutivo nacional, políticos, sindicalistas y referentes de organizaciones de Derechos Humanos alineados con el kirchnerismo.
El documento que leyó la actriz apuntó contra medios de comunicación y la oposición: “Desde hace varios años, un sector minúsculo de la dirigencia política y de sus medios partidarios, viene repitiendo un discurso de odio, de negación del otro, de estigmatización, de criminalización de cualquier dirigente popular o afín al peronismo, y aun de cualquier simpatizante”.
"No ensayó"
Pocas horas más tarde del ataque, ya se sabía el nombre del hombre que ha intentado matar a la vicepresidenta argentina. Se tratada de Fernando Andre Sabag Montiel, un hombre de nacionalidad brasileña de 35 años que residía en la capital. Seguidor de grupos de odio y xenófobos, lleva tatuado en el brazo un símbolo nazi. Su pistola, cargada con cinco balas, falló. Hay quien se plantea que se tratara de un montaje, o que el arma no estuviera lista para disparar, pero personas de su entorno confirmaron en televisión que su intención era matar a CFK, como se la conoce en su país, pero que no ensayó antes de camuflarse entre manifestantes a favor de la presidenta para intentar acabar con su vida.
Ante este ataque, Cristina ha abandonado su domicilio habitual, donde normalmente se congregan centenares de personas para mostrarle su apoyó después que un fiscal pidiera hasta 12 años de corrupción para ella. La jueza federal María Eugenia Capuchetti, responsable de la investigación del intento de atentado contra la vicepresidenta argentina, visitó este viernes a Fernández para tomarle declaración, tras inspeccionar la zona en las primeras horas de la mañana.