A Manuel Valls no le gusta que lo imiten. El exprimer ministro francés y excandidato a la alcaldía de Barcelona ha salido de la papelera de la historia para salir a la caza del expresidente François Hollande después de que este haya anunciado su decisión de volver a la política bajo el paraguas del Nuevo Frente Popular. Como miembro del Partido Socialista, Hollande será candidato a las elecciones legislativas francesas en su antiguo feudo electoral de la circunscripción de Corrèze, y lo hará de la mano de su formación aunque esta se integre en la gran coalición de izquierdas que cuenta también con los 'insumisos' de Jean-Luc Mélenchon, el Partido Comunista, y los Ecologistas-Verdes.
No importa que fuera Hollande quien lo hubiera situado en la primera plana política como ministro de Interior y primer ministro: Manuel Valls ha salido al ataque del expresidente de forma decidida, asegurando estar "decepcionado" y con "cólera". Según el político de origen catalán, Hollande "participa en una doble mentira" porque, por una parte, da apoyo a un programa económico "que es completamente el contrario de lo que él piensa y ha hecho", y, por otra parte, se alía con La Francia Insumisa, "que mantiene un discurso antiisraelí y antijudío". "Nadie se cree que François Hollande defienda la jubilación a los 60 años", ha argumentado Valls, en referencia a uno de los objetivos del Nuevo Frente Popular.
Hollande sigue el camino de Valls
Da igual que Valls tenga razón —si bien Hollande ha explicado que el motivo por el cual se presenta a las elecciones no es por coincidencia con los postulados de la coalición de izquierdas, sino para actuar ante un momento "tan grave" porque "la extrema derecha nunca ha estado tan cerca del poder"—. El elemento más curioso de todo es que el exprimer ministro está criticando el expresidente por hacer algo que él mismo ya hizo.
En las últimas elecciones legislativas, celebradas en 2022, Manuel Valls quiso reaparecer en la primera plana política francesa después de su paso fracasado por el Ayuntamiento de Barcelona, de dende se marchó con la cola entre las piernas y muerto políticamente. Después de haberse colado en la primera fila de la noche electoral de Emmanuel Macron cuando ganó las elecciones presidenciales, Valls probó suerte presentándose para su formación liberal La Republique en Marche como candidato para la circunscripción de los franceses residentes en España, Portugal, Andorra y Mónaco. En esta ocasión, sin embargo, tampoco encontró fortuna: Valls quedó tercero en la primera vuelta de las votaciones y, por lo tanto, ni siquiera optó a conseguir representación.