Situación insólita en Alemania: Alternativa para Alemania (AfD) ha conseguido 10,3 millones de votos a las elecciones federales. La AfD se hace, de esta manera, con los mejores resultados de su historia y emerge como segunda fuerza y primera en la oposición. El partido duplica el número de votos en comparación con el 2021. En este sentido, la líder del partido, Alice Weidel, ha dicho que la AfD continúa abierto a conversaciones de coalición con otros partidos y que excluir la AfD era el equivalente a un "fraude electoral". "Nuestra mano está extendida", ha afirmado, y también que su partido quiere "hacer cumplir la voluntad del pueblo". Sin la AfD no habría sido posible ningún cambio político en Alemania, ha destacado. Ha argumentado que una coalición entre el partido conservador CDU/CSU, el SPD y los Verdes —matemáticamente la más probable en este momento— sería simplemente una repetición de la "misma vieja" política. Y es que, en un primer vistazo, ya se ven las diferencias existentes dentro de la sociedad alemana.

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Captura 'Bild'. En negro, la CDU; en azul, la AfD; en rojo, el SPD; en lila, Die Linke; verde, los Verdes

La AfD, pues, se ha convertido este domingo en la fuerza más votada a las elecciones generales a todos los estados federados del Este de Alemania, excepto Berlín, donde habría ganado Die Linke. Los resultados preliminares muestran que en el estado de Turingia obtuvo el 38,6% de los votos, en Sajonia el 37,3%, en Sajonia-Anhalt el 37,1%, en Mecklemburgo-Pomerania Occidental el 35%, y en Brandeburgo el 32,5%. En las elecciones regionales del año pasado, la AfD creció considerablemente, pero solo se convirtió en la fuerza más fuerte en Turingia. Las oficinas de protección constitucional de varios estados clasifican la AfD como extrema derecha.

Ahora, sin embargo, la AfD ha ampliado su presencia en todo el territorio, convirtiéndose en la segunda bastante política del país. Obtendrá 152 escaños en el Bundestag, 69 más que antes. La CDU, ganadora de las elecciones, tendrá 164 escaños, 12 más que hasta ahora, sumando los 44 obtenidos por su ala bávara, la CSU.

Transferencias de voto: ¿quién ha escogido la AfD?

Alternativa ha sido la opción predilecta en los segmentos de 25 a 34 años y de 35 a 44. Entre los jóvenes, fue la segunda opción, solo detrás de Die Linke (21% delante de 24%). La CDU, en cambio, arrasó entre la población de más edad (un 43% entre los mayores de 70 años, que tuvieron como segunda opción el SPD con un 25%) y también fue primera fuerza en los votantes mayores de 45 años.

Según el análisis de Der Spiegel, la formación de Alice Weidel sacó votantes prácticamente todos los partidos, incluidos los Verdes (100.000 votantes ecologistas habrían votado ahora Alternativa) El socialismo habría aportado 720.000 y la CDU, un millón. Los análisis se dedican hoy a analizar porque los conservadores no han conseguido capitalizar el descontento con la izquierda.

¿Qué explica el aumento de la extrema derecha en Alemania?

Si hay un hecho de que ha marcado estas elecciones y la campaña electoral, es el auge de la ultraderecha que los resultados de las elecciones han confirmado. Con la historia del país, uno se podría preguntar por qué ha crecido tanto la extrema derecha. Pero si una cosa han sabido hacer estos partidos en Europa —y los populismos por todo el mundo— es canalizar el descontento del país. Mirado con perspectiva, el crecimiento del partido a las elecciones ha estado constando. En el 2013 se quedó por muy poco fuera del Bundestag (4,7%, el umbral para entrar es el 5%), y en el 2017 consiguió un 12,6% de los votos y se convirtió, después de la formación de una Gran Coalición entre la CDU y el SPD, en líder de la oposición. A los últimos comicios sufrió una ligera pérdida, con un 10,4% de los votos. A escala regional, la evolución es más desigual. Ahora bien, en los llamados nuevos federados, es decir, aquellos estados federados que formaban parte de la desaparecida República Democrática Alemana (RDA), se ha convertido en la opción preferida de los votantes jóvenes y trabajadores.

Estas elecciones claramente han estado marcadas por el hecho de que la economía mayor de Europa se ha contraído durante dos años consecutivos. Un hecho al cual ni los mismos alemanes están acostumbrados. El otro tema que ha generado controversia es la política migratoria. En este sentido, una serie de atentados mortales han aumentado la presión sobre los principales partidos para reformar las normas de inmigración y asilo, y ha hecho aumentar el apoyo a Alternativa para Alemania. De hecho, muchos reprochan ahora a Merkel su decisión en el 2015 de acoger más de un millón de migrantes, principalmente de Siria, con el lema Wir schaffen das (lo podemos hacer). Desde entonces, el estado de ánimo se ha agravado y las tensiones han ido aumentando. Recientemente, ha habido varios ataques mortales, con migrantes identificados como sospechosos, incluyendo el de hace dos semanas a Múnich, el del mercado de Navidad de Magdeburgo y el apuñalamiento en Aschaffenburg. Y si una cosa sabe hacer muy bien la derecha europea, es canalizar el descontento y la preocupación del electorado.