Hegel decía que la historia se repite dos veces. Marx añadió que la primera vez lo hace en forma de tragedia y la segunda en forma de farsa. Quizás es esto lo que está pasando estos días en Ceuta, donde la crisis migratoria que se está viviendo recuerda a la Marcha Verde que Marruecos organizó en 1975 para forzar la retirada del ejército español del Sáhara Occidental. Más de 45 años después, la cuestión saharaui vuelve a ser el causante de los conflictos diplomáticos entre Madrid y Rabat.

¿Pero qué fue exactamente la Marcha Verde? ¿Tiene alguna relación con la crisis de Ceuta? Aunque el contexto es otro y los hechos son notablemente diferentes, la cuestión de fondo sigue siendo la misma; la voluntad marroquí de anexionarse totalmente el Sáhara Occidental sin que su pueblo se autodetermine.

La Marcha Verde fue una invasión del Sáhara Occidental por parte de civiles y militares marroquíes que impulsó el mismo rey Hassan II -padre del actual monarca- después de que el Tribunal Internacional de Justicia rechazara cualquier vínculo de soberanía territorial entre el Sáhara y Marruecos o Mauritania que permitiera que ninguno de estos dos países se anexionara el territorio una vez iniciado el proceso de descolonización.

Mapa con todas las incursiones civiles y militares de la Marcha Verde / Fuente: Grüner Marsch Karte

Entre las 350.000 personas que el monarca marroquí envió a la entonces provincia española también había 25.000 militares. Todo provocó que el ejército español abandonara el territorio, cosa que acabaría facilitando la posterior ocupación del territorio por parte del Marruecos, que se mantiene hasta la actualidad y que viola la resolución de la ONU de 1991 que exige la celebración de un referéndum de autodeterminación.

Y es que aunque Hassan II acabó ordenando la retirada de la colonia de sus invasores, el mal ya estaba hecho: el ejército español ya no controlaba el territorio y Marruecos acabó de aprovechar la situación para forzar la Djema'a, el cuerpo dirigente de las tribus saharauis, a aceptar la anexión del Sáhara al reino alauí, uno de los requerimientos que España hacía a Marruecos en el Acuerdo Tripartito con Mauritania.

Sin embargo nada de esto fue legítimo ni democrático, ya que en el momento en que las autoridades marroquíes convocaron la Djema'a, esta ya había sido disuelta y, además, los miembros tribales que dieron apoyo a la anexión eran menos de la mitad. El resto no fueron convocados.

¿La historia se repite?

Es imposible obviar todas las similitudes y relaciones que hay entre aquella Marcha y la crisis que vive actualmente Ceuta. Y es que el detonante sigue siendo el mismo: el Sáhara Occidental. Tanto la embajadora marroquí en Madrid, Karima Benyaich, como el ministro marroquí de DDHH, Mustafá Ramid, han confirmado que la entrada de 8.000 inmigrantes en la ciudad española es la respuesta de su país a la hospitalización en Logroño del líder del Frente Polisario, Brahim Gali.

El ejército español trata de parar la entrada de miles de inmigrantes en Ceuta / Foto: Europa Press

Aunque los dirigentes españoles no han querido admitir públicamente la relación y siempre han alegado que la atención al líder saharaui se prestó por cuestiones "humanitarias", las autoridades marroquíes ya han aclarado la llegada masiva de inmigrantes irregulares obedece a una represalia en toda regla.

Y es que la hospitalización de Gali se ha producido en un momento incómodo por el reino alauí, que ha visto cómo el silencio sobre su ocupación del Sáhara ha llegado a su final después de que el Frente Polisario diera por roto el alto al fuego el mes de noviembre pasado, cuando el ejército marroquí ocupó el paso fronterizo del Guergerat para seguir con el expoli fiscal de mercancías.

Evidentemente, la intención de Marruecos esta vez no es invadir Ceuta, sino lanzar una advertencia a España sobre el poder que tiene con el control de la migración. De todos modos, ahora hace pocos meses, el primer ministro marroquí, Saadeddine El Othmani, aseguró que Ceuta y Melilla eran "marroquíes como el Sáhara Occidental", cosa que provocó otro choque diplomático entre ambos países.