A pesar de los esfuerzos del gobierno polaco y de su sistema judicial para injuriar todo aquello que proviene de la Unión Europea (UE) amparándose en un nacionalismo recalcitrante, muchos ciudadanos polacos siguen defendiendo la pertenencia del país a la UE. Así lo han demostrado convocando este domingo manifestaciones multitudinarias en más de 100 ciudades del país.
Las calles de Polonia se han llenado de manifestantes que clamaban a favor de la Unión Europea y contra un Polexit, todo después de la polémica sentencia de Tribunal Constitucional de país rechazando el principio de preeminencia del derecho comunitario.
La cita más multitudinaria, con decenas de miles de personas, se dio por la tarde en Varsovia, en el centro histórico de la capital polaca, para mostrar su apoyo a la UE y siguiendo el llamamiento lanzado el jueves pasado por el líder de la oposición y expresidente del Consejo Europeo, a Donald Tusk, según informe Efe.
Tusk se ha dirigido a los manifestantes: "Un grupo de personas vestidas con ropa de juez, han violado la Constitución polaca por orden de presidente del partido gobernante, para sacar a nuestra patria de la Unión Europea". El policía ha añadido: "Soy un polaco a quien los países europeos escogieron hace 7 años como su jefe, ninguno del Consejo Europeo, por respeto a Polonia, por nuestro difícil y bonito camino hacia la independencia, hacia Europa".
Alianza entre Polonia y Hungría
Desde hace tiempo que los gobiernos de Hungría y Polonia desafían a la Unión Europea a través de la tramitación de leyes a que violan los derechos humanos. Reclaman su libertad para decidir recortar derechos a sus ciudadanos, prácticas que se han encontrado con el rechazo frontal de los miembros de la Unión. Algunos jefes de estado, como el primer ministro de los Países Bajos, han exigido la expulsión de alguno de los dos estados para incumplir las bases de la UE, pero eso no es tan sencillo.
La deriva autoritaria algunos estados de Europa lo ha encabezado Hungría, pero rápidamente ha encontrado socios en los gobiernos de extrema derecha de otros miembros de la Unión, principalmente Polonia. Hungría marca el camino y Polonia lo sigue. Hungría cubre a Polonia y a la inversa. Este hecho es especialmente mente clave con respecto a la pertenencia a la Unión que tanto detestan. Un país no puede ser expulsado de la UE, pero si sancionado con la retirada del voto si viola las bases de la UE, pero el acuerdo tiene que ser unánime. De esta manera los dos estados hacen y deshacen con total impunidad.
Para mantener esta impunidad sobre sus actos, después de saber la decisión del tribunal polaco Hungría se ha apresurado a determinar la supremacía del derecho nacional sobre el europeo. El decreto del Gobierno, no publicado todavía oficialmente, "saluda la decisión del TC polaco que determinó que el derecho comunitario no es superior al nacional", afirma al portavoz del gobierno húngaro, Bertalan Hevesi. Y es que según el decreto del Gobierno del primer ministro ultranacionalista, Viktor Orbán, "la supremacía del derecho comunitario solo existe en el caso de los asuntos donde la UE cuenta con competencias determinadas por los Tratados Europeos".
El decreto firmado por Orbán, gran aliado del Gobierno nacionalista conservador polaco, subraya que la decisión del TC polaco fue por "la mala práctica de las instituciones europeas", que intentan reducir las competencias nacionales "de una manera sigilosa".