Rusia ha declarado un nuevo alto el fuego para la evacuación de los civiles refugiados en la acería Azovstal de la ciudad ucraniana de Mariúpol, aprovechando este martes el encuentro en Moscú con el secretario general de la ONU, António Guterres. "La Federación Rusa declara pública y oficialmente que no hay ningún obstáculo para que los civiles salgan de Azovstal, excepto la decisión de las mismas autoridades de Kyiv y de los comandantes de las formaciones nacionalistas de retener civiles como en escudo humano", ha afirmado el general Mikhaïl Mizíntsev, jefe del centro de Control de Defensa Nacional de Rusia, en un comunicado.
Al mismo tiempo, Moscú ha vuelto a poner en duda la presencia de civiles en las "catacumbas" de Azovstal, donde se refugiarían en torno a un millar de personas, incluyendo das y niños, según Kyiv. Guterres mantendrá martes consultas sobre la campaña militar rusa en Ucrania con el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, y después será recibido por el presidente, Vladímir Putin, según ha informado el Kremlin.
Obligados a colaborar con el ejército ruso a cambio de comida
Según detalla el diario ucraniano The Kyiv Independent, hay informes que alertan de una grave escasez de alimentos y también de trabajos forzados a cambio de alimentos en Mariúpol. Según Petro Andryushchenko, asesor del alcalde de Mariúpol, las tropas rusas obligan a los hombres a participar en la retirada de escombros y la excavación de fosas comunes a cambio de alimentos.
Armas a través de Crimea
Las tropas rusas están entrando armas y recursos militares desde la ocupada península de Crimea, en el sur del país, cabe en el área de Mikolaiv, una ciudad en el norte de esta zona que espera ser atacada, según ha informado este martes a su alcalde, Oleksandr Senkevich. Hace unas semanas, ya alertaba en una entrevista con ElNacional.cat de este peligro y como la guerra había impactado de lleno en la vida de todos los ciudadanos del municipio, incluso, en la suya. Mikolaiv se encuentra a pocos kilómetros de la ya ocupada Kherson, y a medio camino entre Crimea y la ciudad portuaria de Odesa, la Mar Negra y próxima a la frontera con Moldavia y Transnistria. El alcalde de la ciudad ha destacado en una entrevista en el diario Ukrainska Pravda, que están preparados por "un ataque o asedio ruso en la ciudad", que, según parece, podría producirse de manera inminente.