La tensión entre España y Marruecos no cesa. El gobierno marroquí ha acusado hoy a Sánchez de omitir de manera premeditada la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en lo que ha descrito como una "decisión soberana" del ejecutivo.

Esta, ha señalado, es contraria a la relación de "buena vecindad" entre ambos países y de la cual el reino alauí "extraerá sus consecuencias".

"Un acto premeditado"

En un comunicado publicado este sábado, el ministerio de Exteriores marroquí sostiene que la decisión de las autoridades españolas "no es una simple omisión", sino uno "un acto premeditado, una elección voluntaria y una decisión soberana de España, de la cual Marruecos toma nota y extraerá "todas sus consecuencias".

En la misma línea, ha dado por inválidas las razones humanitarias que España ha esgrimido para acoger al líder del Polisario.

España alude a "razones humanitarias"

Ghali, también presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), se encuentra hospitalizado desde hace dos semanas en un hospital de Logroño para recibir tratamiento contra la Covid-19. El Gobierno justificó la decisión de su acogida por razones estrictamente humanitarias.

No obstante, el gobierno marroquí insiste en que estas razones no se sustentan porque "no pueden justificar esta actitud negativa" cuando "son tramadas de espaldas a un socio y vecino".

Es más, Marruecos apunta que "la actitud de algunos funcionarios de gobierno de Sánchez, prejuzgando la reacción marroquí y minimizando el impacto, no pueden esconder esta lamentable situación", añade el comunicado.

Marruecos denuncia la inacción de la justicia

"Las consideraciones humanitarias no pueden ser una panacea que se conceda selectivamente [a Ghali], en un momento en que miles de personas viven en condiciones inhumanas en los campamentos de Tindouf", añade el escrito.

De la misma manera, defienden que esta justificación tampoco puede explicar la inacción de la justicia española, cuando se toma debidamente en consideración las denuncias documentadas", continúan.

Por otra parte, también se hace referencia al hecho de que Ghali entró en España supuestamente con identidad argelina falsa: "Las consideraciones humanitarias no explican, tampoco, que se sea cómplice de robo de identidad y falsificación de pasaportes, con la intención de eludir voluntariamente la ley".

"Preservar la relación es una responsabilidad compartida"

En este sentido, el gobierno marroquí concluye que "la preservación de la asociación bilateral es una responsabilidad compartida, que se nutre del compromiso permanente de salvaguardar la confianza mutua, una cooperación fructífera y la salvaguardia de los intereses estratégicos de dos países," insistiendo en el hecho de que la acogida del líder del Polisario es "un acto grave y contrario al espíritu de asociación y buena vecindad".

Marruecos aprieta España

Y es que la llegada de este a España suscitó malestar desde el primer momento en Rabat.

El ministerio de Exteriores marroquí convocó al embajador español a Rabat, Ricardo Díez-Horchleitner, el pasado 22 de abril para pedir explicaciones por la decisión, de la que no había sido informado con antelación.

Los argumentos recibidos, sin embargo, no fueron suficientes por|para el titular de este ministerio, Nasser Bourita, el cual planteó a Sánchez si estaba dispuesto a sacrificar su relación con Rabat por este asunto.

No obstante, la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, defendió esta semana que se han dado "las explicaciones oportunas sobre las circunstancias que nos llevaron a acoger por razones estrictamente humanitarias" Ghali e insistió en las buenas relaciones existentes entre los dos países.

Causas pendientes ante la justicia

Uno de los aspectos que más parece haber molestado en Marruecos es el hecho de que Ghali tiene causas pendientes ante la justicia española y no se ha procedido a su detención.

Una demanda solicitada también desde la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH), un grupo opositor al Polisario que acusa al grupo armado de haber cometido torturas, asesinatos y desapariciones contra la población civil que vive en los campos de refugiados de Tindouf (Argelia).

Ghali declarará el 1 de junio

Como primer paso, pidió al magistrado del Juzgado Central de Instrucción número 5, Santiago Pedraz, que comprobara la identidad de este hombre, para que ordenara su detención, notificación de la querella y declaración como investigado.

El juez ya tiene sobre la mesa el informe de la Policía en el cual se certifica que efectivamente es Ghali y tiene previsto tomarle declaración el próximo 1 de junio siempre que no empeore su estado de salud.

Ghali también está señalado en otra querella presentada por el activista Fabel Breica, el cual denuncia que en abril de 2019, al llegar a los campamentos de Tindouf, fue sometido a amenazas por parte de agentes del Frente Polisario para que abandonara el lugar y fue acusado de traidor.

En este sentido, tanto Laya como su departamento han recalcado que el gobierno es estrictamente respetuoso con la independencia judicial y, por lo tanto, sostienen que si se le cita tendría que comparecer.

"La justicia hará lo que tenga que hacer y el Gobierno lo respetará íntegramente como no puede estar de otra manera en un país democrático", ha recalcado González Laia hace unos días.

Exteriores, en silencio

A pesar del caótico contexto, desde el Ministerio de Exteriores han evitado hacer comentar las advertencias del comunicado marroquí. Fuentes diplomáticas han señalado que no hay nada que añadir a la postura que ya se ha expresado con respecto a este caso.

El nuevo pulso diplomático entre los dos países se produce cuando todavía está pendiente cerrar con Marruecos la fecha para la Reunión de Alto Nivel. La cita estaba prevista para el diciembre pasado, pero fue aplazada por la pandemia.

Inicialmente se apuntó a la posible celebración a en febrero o marzo, pero hoy por hoy sigue sin haber fecha prevista.

Desde el ejecutivo se ha insistido repetidamente en el hecho de que la relación y los contactos son fluidos, con conversaciones en las últimas semanas de ministros con sus pares marroquíes, y que la cumbre se celebrará cuando las circunstancias sanitarias lo permitan.

 

Imagen principal, ministro de Exteriores marroquí / EFE