Son muchos los países que han ofrecido ayuda humanitaria al gobierno de Marruecos después del terremoto del viernes pasado. Hasta ahora, las últimas cifras constatan que ha causado 2.901 víctimas mortales, destaca el último balance oficial, y un total de 5.530 heridos. Unos datos que cambian constantemente. Las autoridades aseguran que están llevando a cabo una "evacuación precisa de las necesidades sobre el terreno". Ahora bien, en algunas zonas, los equipos de rescate y los bomberos no han podido llegar.
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Tal como destaca El País, las autoridades del país han dicho que primero quieren analizar las necesidades actuales. Posteriormente, se podrá ampliar la lista de países autorizados a enviar equipos sobre el terreno, destacan. En este sentido, países como Francia, los Estados Unidos, la India o Israel se han visto hasta ahora vetados a la hora de proporcionar ayuda a las poblaciones más afectadas. Paralelamente a estas noticias, en las poblaciones más afectadas, los vecinos siguen reclamando mantas y tiendas de campaña para combatir el frío de la noche en las montañas del Atlas y los equipos de rescate locales se retiran, el gobierno insiste en que se están atendiendo las necesidades de los damnificados. "Desde los primeros momentos del devastador terremoto, siguiendo las instrucciones del rey, todas las autoridades civiles y militares, y los servicios médicos han trabajado en las tareas de rescate", ha asegurado el lunes por la noche el portavoz gubernamental, Mustafá Baitas, y recoge el mismo diario.
Francia ha destacado este lunes que toda la ayuda para enviar a Marruecos está preparada, pero que Rabat todavía no ha dado luz verde para hacerlo. Tampoco otros países que han hecho varias peticiones, incluso Argelia, que hace dos años que rompió relaciones diplomáticas con Marruecos.
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Por ahora, tal como destaca el portal France24, solo hay cuatro países que han podido enviar equipos de rescate y de ayuda humanitaria a Marruecos. Rabat ha empezado ya a recibir equipos de rescate de España y también del Reino Unido, Emiratos Árabes y Qatar. La finalidad de estos es seguir buscando víctimas del terremoto y heridos.
Una fuente diplomática marroquí explicó a la agencia de noticias Efe que Marruecos está siguiendo una "aproximación responsable, rigurosa y eficaz" para gestionar las demandas de apoyo internacional, vinculándolas con las necesidades que surgen sobre el terreno.
Desconexión entre el gobierno y el pueblo marroquí
El rey Mohamed VI estaba en Francia en el momento del terremoto y tardó casi 24 horas en volver a Rabat. Se sabe que el sábado lideró una reunión de emergencia, pero, por ahora, no se lo ha visto más ni ha visitado las zonas afectadas. Eso ha hecho saltar críticas y también ha visibilizado todavía más la desconexión entre el gobierno y el pueblo marroquí. "En el momento del terremoto, el rey estaba en Francia. Después de eso, fue a Rabat para mantener una reunión con algunos funcionarios del gobierno y de seguridad", explica Oussama Haddir a ElNacional.cat. "Personalmente, ayer por la mañana estuve en el barrio de Mellah y presencié a Abdellatif Hamouchi, que es el jefe de la Dirección General de Vigilancia Territorial Nacional, y también es el Director General de la Seguridad Nacional". Destaca que Hamouchi estuvo presente en la reunión. "No sé dónde está el rey, quizás en la capital. No creo que visite las zonas afectadas porque su estado de salud no lo permite. Ahora la misión del rey es dar instrucciones a los funcionarios para que intervengan en las zonas afectadas".
El problema, destaca Haddir, es que "no hay comunicación entre el gobierno y el pueblo marroquí". Y es que las críticas y el enfado son fuertes en Marruecos. "La mayoría de la gente está enfadada por cómo actúa el gobierno y cómo se centró en una gran ciudad como Marrakech y, al mismo tiempo, hay muchos pueblos que están esperando la ayuda y nadie va estos pueblos. No están contentos con el gobierno y esperan que el rey intervenga".
En este sentido, destaca que "el problema es que la zona afectada es muy grande y los daños se produjeron en las montañas, que tienen muchos pueblos pequeños, así que eso es difícil", concluye.