Varios investigadores han indicado que en Siria pueden quedar actualmente más de 100 emplazamientos de armas químicas abandonadas, una cifra muy superior a cualquier estimación previa y que supone una prueba de fuego para el nuevo gobierno después de la caída de Bachar al Asad. Esta cifra procede de una primera estimación realizada por expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que intentan entrar en Siria para evaluar de manera más exacta lo que queda del programa militar de al Asad. Los expertos alertan de que los emplazamientos con reservas de gas sarín, cloro o gas mostaza pueden estar desprotegidos.

El régimen de al Asad utilizó armas químicas contra combatientes rebeldes y civiles sirios durante más de una década de guerra civil. Sin embargo, no se conocían los detalles en torno a este armamento en manos del gobierno sirio. Ahora, el diario estadounidense asegura que hay mucho riesgo a causa de la mortífera capacidad de estas armas, especialmente cuando se utilizan en zonas densamente pobladas.

Los expertos han alertado de que grupos militares pueden acceder a estas instalaciones, especialmente aquellas más faltas de seguridad. Se trata de armas muy peligrosas y mortíferas. Por una parte, el gas sarín es un agente nervioso, puede matar en cuestión de minutos. El cloro y el gas mostaza, armas que se hicieron famosas durante la Primera Guerra Mundial, queman los ojos y la piel y llenan los pulmones de líquido.

Precariedad del nuevo gobierno

Siria está inmersa en una crisis política después de que cayera el régimen de al Asad. El nuevo gobierno todavía no ha nombrado a un embajador delante de la OPAQ, cosa que supondría un primer paso que se considera una señal del compromiso del país con este asunto.

Por su parte, la OPAQ defiende su estimación y afirma haber llegado basándose en investigadores externos, organizaciones sin ánimo de lucro e información de inteligencia compartida por sus países miembros. Algunos de los lugares que guardan armamento probablemente están ocultos en cuevas u otros lugares difíciles de encontrar mediante imágenes satelitales, segundos investigadores, exmiembros del personal de la organización y otros expertos. Eso aumenta la probabilidad de que algunas armas no estén aseguradas.

Investigación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó este viernes una resolución que prorroga un año más la tarea de su Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Siria, creada poco después del comienzo de la guerra civil en 2011 y que seguirá sus indagaciones en el actual momento de transición.

El texto aprobado por consenso y sin necesidad de voto en la última jornada de la 58.ª sesión del Consejo, después de seis semanas de reuniones, también exhorta a las autoridades provisionales sirias a promover “una vía sostenible hacia una verdadera rendición de cuentas por todos los delitos, que haga justicia a las víctimas, los supervivientes y sus familiares”.