Todo en contra para Boris Johnson. El polémico primer ministro del Reino Unido se encuentra inmerso en una importante crisis de reputación a raíz de una fiesta navideña en el 2020 en Downing Street después de que él hubiera prohibido a la población que se encontrara con sus amigos y familiares por la covid. Ahora, después de la dimisión de su asesora de comunicación, Allegra Stratton, que se reía de los británicos en un vídeo que ha trascendido, parecía que las aguas se habían calmado, pero ha sido una falsa alarma. En las últimas horas, Johnson ha tenido que hacer frente a la rebelión del ala dura del partido conservador que se opone radicalmente a la aplicación del pasaporte covid para acceder a determinados espacios.
Concretamente, Johnson ha impuesto el certificado para entrar en discotecas y acontecimientos multitudinarios, algo que no ha gustado nada a hasta 86 diputados tories que han votado en contra de la propuesta de su propio gobierno. Finalmente, esta medida ha salido adelante gracias al apoyo del partido laborista. La Cámara de los Comunes ha dado luz verde a esta restricción con 369 votos a favor y 126 en contra.
"Pánico y emergencia"
Uno de los hechos que también ha generado controversia es la obligación que el personal sanitario esté vacunado contra la covid a partir del próximo año, con el rechazo de 61 conservadores, y el retorno de las mascarillas obligatorias en espacios interiores, con el cual hasta 38 tories estaban en contra. El ministro de Sanidad británico, Sajid Jaivid, ha defendido las medidas, asegurando que son necesarios para evitar la saturación de los hospitales ante la rápida expansión de la variante ómicron. En cambio, el diputado conservador Mark Harper, ha criticado a sus compañeros de partido por haber creado "pánico y emergencia".
Desde las autoridades sanitarias se ha generado cierta confusión sobre la cantidad de contagios diarios reales en el Reino Unido. En el último día, el oficial era de 59.610 positivos, pero las autoridades sanitarias, entre ellas el propio ministro, habían sugerido que la cantidad real se podría multiplicar por 4 y llegar a los 200.000. Con todo, un portavoz de Sanidad aclaró que 200.000 positivos de los cuales hablaba Jaivid, en lugar de contagios diarios, son los casos de ómicron que hay en el país. En este caso, la cifra de casos confirmados por la nueva variante es de 4.713.
Antes de las votaciones que tuvieron lugar ayer tarde, el primer ministro se reunió con los diputados conservadores para intentar evitar esta rebelión, sin embargo, este encuentro pudo tener el efecto contrario: la oposición dentro del mismo partido de gobierno fue mayor de la que se había previsto. Así, el rechazo de una parte de los tories a las nuevas medidas sanitarias, que Johnson había intentado evitar para devolver el país a la normalidad, han agravado el creciente malestar dentro de sus filas por la gestión del premier.
Pérdida de confianza
Y es que Johnson ha perdido la confianza de buena parte del electorado. La polémica generada por la celebración de una fiesta en Downing Street cuando los británicos vivían entre estrictas medidas para evitar contagios han pasado factura al primer ministro. Ahora se encuentra nueve puntos por detrás de los laboristas en las encuestas.
Todo lo sucedido estos últimos ha hecho revivir el viejo fantasma de una posible moción de confianza contra él como jefe del partido conservador. Esta podría tener lugar si, como mínimo, 54 de sus diputados lo piden por escrito. Eso es un 15% de sus 361 parlamentarios. Hay que recordar que hasta 86 diputados han votado en contra de las nuevas medidas, cifra que supera con creces los necesarios para esta moción.