Medio millón de personas, según datos del Ayuntamiento de Varsovia, se han concentrado este domingo en el centro de la capital de Polonia para protestar contra el gobierno populista de derechas de Mateusz Morawiecki. El primer ministro polaco, del partido Ley y Justicia (PiS), llegó al poder en el 2015 y, desde entonces, ha aprobado normativas criticadas por atacar la independencia del poder judicial, han hecho campañas contra la comunidad LGTBI o el aborto y han sido acusados de erosionar la democracia polaca. La marcha la ha liderado el expresidente polaco y líder de la oposición, Donald Tusk, del partido de centroderecha Plataforma Cívica. El gobierno polaco recientemente ha aprobado una ley, la llamada popularmente "Ley Tusk", para prohibir acceder a cargos públicos a quien sea "agente de influencia rusa", normativa ampliamente criticada por considerar que está hecha ad hoc con Tusk como objetivo y por pisar terreno del poder judicial. La mayoría de los partidos de la oposición han dado apoyo a la manifestación.
Donald Tusk, que fue presidente del Consejo Europeo entre 2014 y 2019 y después volvió a la política nacional polaca, ha afirmado al inicio de la marcha que "toda Polonia, toda Europa y el mundo entero ven cómo de fuertes somos y cómo estamos preparados para volver a luchar por la democracia y la libertad como hicimos hace 30 o 40 años", en referencia a las movilizaciones que hubo para recuperar la independencia con el fin de la Unión Soviética en 1989. De hecho, la marcha se convocó inicialmente para conmemorar el 34.º aniversario de las elecciones de 1989, un punto de inflexión para el fin del dominio soviético en Polonia.
"El primer paso para deshacerse de la esclavitud es ser valiente para ser libre; el primer paso hacia la victoria es conocerte a ti mismo", ha dicho Tusk en un mensaje en las redes sociales, en el cual también ha asegurado que "estamos aquí hoy para que toda Polonia, toda Europa y todo el mundo puedan ver cómo somos de fuertes". Por su parte, el alcalde de Varsovia, Rafał Trzaskowski, también de Plataforma Cívica, ha dicho que "hace treinta años había un sentido de comunidad, todos juntos", y ha instado a "recuperarlo para "transformar la ira en fuerza". A la manifestación también ha asistido el expresidente de la República de Polonia, Premio Nobel de la Paz y sindicalista, Lech Wałęsa, figura crítica con el gobierno de Morawiecki y el PiS. Además de la de Varsovia, también ha habido marchas en otras ciudades por todo el país, como Cracovia.
"La ley es contra Tusk, pero todos podemos ser el blanco de esta ley, porque no dudarán a utilizarla contra nadie", ha dicho la abogada y activista Sylwia Gregorczyk-Abram antes de la manifestación en declaraciones recogidas por The Guardian. "Es la culminación del sistema autoritario desarrollado en Polonia durante los últimos ocho años. Ahora estamos en una encrucijada entre ser un país autoritario y un país democrático". Por su parte, el PiS, en el gobierno, ha condenado la concentración y ha afirmado que es una "marcha del odio".
Elecciones a finales de año
En otoño de este 2023 habrá elecciones generales en Polonia y las encuestas apuntan que ni el nacional-populista Ley y Justicia (PiS) de Morawiecki ni la Plataforma Cívica de centroderecha de Tusk podrán formar mayoría de gobierno por sí solos, de manera que el resultado dependerá de las posibles coaliciones con partidos más pequeños. El PiS, al poder, ha ganado popularidad últimamente por la oposición a la invasión de Ucrania y el acercamiento de Polonia en Occidente; mientras que la oposición ha hecho este domingo una demostración de fuerza. Este domingo, Donald Tusk planteó la posibilidad de iniciar acciones legales contra figuras del gobierno después de una posible victoria electoral futura. "Los que cometen el mal serán responsables y no habrá indulgencia", dijo.