Medios de Israel dan por muerte al líder de Hizbulá después del último bombardeo, que tenía la intención de matarlo. Poco después del ataque aéreo sobre el sur de Beirut (contra la sede central de la milicia), fuentes de seguridad han confirmado a la prensa hebrea que el objetivo era Hasan Nasrallah. Sin embargo, hasta las 21.30 horas no ha habido ninguna información oficial sobre los objetivos o el resultado del bombardeo —ni mucho menos sobre el estado del dirigente chií—. Todavía no hay cifras de muertos, pero en las imágenes se ve cómo las bombas han arrasado un mínimo de seis bloques de pisos.

A pesar de la falta de información oficial, medios hebreos informan de que el líder de Hizbulá probablemente está muerto. Un oficial israelí ha asegurado a The Times of Israel que el ataque era contra Nasrallah: "Es muy difícil imaginarlo saliendo vivo de un ataque como este". Por su parte, el Canal 12 ha informado de que la sensación en el país es que la operación ha sido un éxito: "La evaluación en Israel: Nasrallah es eliminado". Además, el exjefe de inteligencia de las Fuerzas de Defensa (FDI) ha explicado que el bombardeo no habría sido aprobado sin "la absoluta certeza" que el dirigente chií era a la zona y que "ya no está entre nosotros". Una cadena más cautelosa, el Canal 12, ha afirmado: "Optimismo cauteloso en Israel: el ataque contra Nasrallah ha tenido éxito".

Irán reacciona al ataque

Por otra parte, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, habría convocado el Consejo Supremo de Seguridad. Así lo recoge este viernes noche The New York Times, que añade que la reunión es una respuesta al ataque israelí contra Beirut, que tenía como objetivo matar Nasrallah. Lo que es seguro es que desde el país persa ya han calificado el bombardeo de "crimen de guerra" cometido con "bombas estadounidenses".

Justo después del discurso del primer ministro, Benjamin Netanyahu, en la ONU, el ejército israelí ha anunciado que ha hecho un ataque "preciso" contra la sede central de Hizbulá, que estaría ubicada bajo un edificio residencial en la capital del Líbano. Los cazas han lanzado una serie de ataques aéreos contra los suburbios del sur de Beirut, con una intensidad nunca vista en un año de conflicto. Las fuertes explosiones han sonado por todo la ciudad y poblaciones adyacentes, mientras que grandes columnas de humo se han visto a grandes distancias. Nada de esto había pasado en ninguno de los seis bombardeos anteriores.

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