La França Insubmisa, el partido de izquierdas que lidera Jean-Luc Mélenchon, amenaza el presidente francés, Emmanuel Macron, de poner en marcha un 'impeachment' para destituirlo por vía parlamentaria si no nombra como primera ministra Lucie Castets, la candidata que ha consensuado y designado la coalición de izquierdas de la cual los 'insumisos' forman parte, el Nuevo Frente Popular, que ganó las pasadas elecciones legislativas. Los líderes de la formación de izquierdas han lanzado el aviso en un artículo publicado este domingo en La Tribune, firmado por el mismo Mélenchon, así como por el coordinador del partido, Manuel Bompard, y por la jefa del grupo en la Asamblea Nacional, Mathilde Panot. La formación líder del Nuevo Frente Popular en el cual también están el Partido Socialista, los Ecologistas y el Partido Comunista, trata de poner así más presión al cabo del Estado francés, que ha convocado a los líderes de los grupos políticos el viernes que viene para hablar de cara a la formación de un nuevo gobierno.
En el citado texto, Los políticos del partido de izquierdas exigen a Macron un Ejecutivo de izquierdas y lo señalan que "en Francia, lo único que manda es el voto popular". Acto seguido, afirman que este mensaje es una "advertencia solemne", porque Macron "tiene que saber que se utilizarán todos los medios constitucionales para deponerlo antes de someternos a sus ardides contra la regla básica de la democracia". En Francia, república semipresidencialista, el jefe de Estado, el presidente, tiene que designar al jefe de gobierno, de acuerdo con las mayorías de la Asamblea Nacional. En concreto, los firmantes del artículo avisan de que recurrirán al artículo 68 de la Constitución, que contempla la posibilidad de destituir el presidente para incumplir su deber, y acusan Macron de un "golpe institucional contra la democracia".
Los 'insumisos' de Mélenchon argumentan que el Nuevo Frente Popular es el bloque político líder en escaños en la Asamblea Nacional y denuncian la actitud de Macron, que se está dando mucho tiempo antes de decidir a quién nombra primer ministro —con la celebración de los Juegos Olímpicos de París 2024 se ha dado una tregua temporal a la cuestión política— y ha descartado, al menos hasta ahora, designar a Castets —economista, alta funcionaria del Ayuntamiento de París y activista por los servicios públicos— al frente del gobierno. Macron argumenta que la coalición de izquierdas no tiene mayoría absoluta como para esgrimir esta exigencia.
Poca posibilidad de prosperar sin el apoyo del Partido Socialista
De todos modos, es improbable que este procedimiento legal pueda prosperar, porque tendría que ser aprobado por la mesa de la Asamblea Nacional y, para eso, La Francia Insumisa necesitaría al menos el apoyo de los otros partidos de su coalición de izquierdas, y el Partido Socialista no se suma a la amenaza de Mélenchon. El primer secretario socialista, Olivier Faure, se ha desmarcado este domingo en su cuenta de X del artículo de los dirigentes 'insumisos'. Eso sí, Faure ha señalado que en caso de que Macron nombre un primer ministro y que eso no fuera conforme a lo que él entiende como "la tradición republicana", la respuesta tendría que ser presentar una moción de censura contra el nuevo gobierno. El líder socialista justificó esta opción porque "en un contexto en el cual la extrema derecha está al acecho, en el cual Emmanuel Macron trata de sortear la voluntad de los franceses, tenemos que ser responsables y mostrar que somos la fuerza que garantiza justicia y estabilidad".
El Nuevo Frente Popular, bloque líder en escaños
El Nuevo Frente Popular exige desde el 23 de julio que nombre como primera ministra en la cual designaron semillas como candidata, Lucie Castets, con el argumento que fue su coalición la que consiguió la primera fuerza en la Asamblea Nacional al final de la segunda vuelta de las legislativas anticipadas el 7 de julio. La coalición de izquierdas obtuvo en total 193 diputados de un total de 577, en cualquier caso muy lejos de la mayoría absoluta de 289. El lepenismo quedó en primera posición en porcentaje de votos, con el 37% de los sufragios (la izquierda un poco más del 28%), pero el 'cordón sanitario' de la izquierda y del centroderecha de Macron funcionó en las urnas y el partido derechista de Marine Le Pen y Jordan Bardella obtuvo solo 143 escaños, de manera que se esfumó toda posibilidad de poder ponerse al frente de un nuevo Ejecutivo. El bloque macronista, que ha gobernado desde 2017, sufrió un severo revés en las legislativas en número de votos (poco más del 20%), pero el 'cordón sanitario' le permitió salvarse y obtener 163 diputados, lo cual en cualquier caso le impide seguir al frente del gobierno del país si no es con una amplia coalición difícil de imaginar.