El derecho al aborto es uno de los grandes campos de batalla de la extrema derecha por todo el mundo y, concretamente en la Unión Europea. Los líderes de extrema derecha de toda la Unión Europea han puesto el derecho a decidir sobre el propio cuerpo de las mujeres a su lista de derechos a recortar. Los gobiernos de Polonia y Hungría abanderan como nadie esta cruzada contra los derechos de las mujeres y ahora tienen un nuevo aliado: Italia. Giorgia Meloni y sus socios de gobierno compadecen la visión de la extrema derecha europea que aboga para acabar en la práctica con el derecho al aborto. Sin tener el Ejecutivo todavía bien cerrado, el socio de Meloni, Forza Italia (FIN), liderada por Silvio Berlusconi, ha presentado una un proyecto de ley para limitar este derecho a Italia.
Se trata de la primera iniciativa de ley registrada esta legislatura, una muestra de las prioridades de la nueva coalición de ultraderecha. La formación de Berlusconi ha asegurado que con esta ley se introducirá en el sistema legal "la capacidad jurídica del feto". Concretamente, pretenden modificar el artículo uno del código civil italiano que recoge la adquisición jurídica del individuo en el momento del nacimiento. Forza Italia quiere que este reconocimiento se otorgue al no concebido, según Público.
Todo presentaría un escenario muy difícil para acabar con un embarazo voluntariamente, ya que cualquier mujer que optara por esta vía se encontraría en peligro que se emprendan acciones legales contra ella. De momento han trascendido pocos más detalles del texto presentado por la formación de Berlusconi, pero han sido suficientes para hacer saltar a la oposición. "La derecha es siempre la derecha. El primer movimiento es siempre para negar derechos y restringir libertades", ha afirmado Nicola Fratoianni, líder de la alianza Verdi-Sinistra. La oposición ha dejado clara su negativa aprobar la propuesta de ley de Forza Italia y por como se distribuyen las fuerzas parlamentarias tienen todo los números de vencer y proteger el derecho al aborto.
Sin embargo, el hecho de que esta haya sido la primera propuesta de ley presentada por una de las formaciones que confirmará la coalición del gobierno ha hecho saltar las alarmas. "Como era de esperar, el primer paso de la derecha en esta nueva legislatura es apuntar a los derechos de las mujeres", ha lamentado Riccardo Magi, presidente de +Europa.
La ola antiabortista de la extrema derecha europea
Entre las primeras víctimas, cuando la extrema derecha sube al poder, están los derechos de las mujeres, como ha recordado el diputado italiano Magi. El que ahora sucede a Italia, donde se cuestiona un derecho adquirido y normalizado los últimos años, ha pasado en otros lugares de la Unión Europea (UE). Polonia es el ejemplo más conocido. El país europeo de mayoría católica ha tenido siempre una ley del aborto muy restrictiva que contemplaba esta intervención solo en tres casos: si el embarazo resulta de una violación o un incesto, si la vida o la salud de la mujer está en riesgo o si el feto tiene deformidades congénitas. Incluso con una ley tan limitada, el gobierno de extrema derecha de Andrzej Duda presionó en el Tribunal Constitucional para que se eliminara de las excepciones los abortos por defectos congénitos. Esta decisión desencadenó protestas multitudinarias por todo el país y como era de esperar, los abortos no han cesado, sino que se han negado o se han forzado a tener en la clandestinidad. Por eso, el pasado noviembre de 2021 una mujer murió para no poder abortar, volviendo a encender las protestas por Polonia.
Otro Estado europeo gobernado por la extrema derecha que sigue los pasos de Polonia es Hungría. Viktor Órban ha hecho de su trinchera recortar derechos al colectivo LGTBI, refugiados y mujeres. Con respecto a estas últimas, ha adoptado una aproximación en su lucha antiabortista similar a la de los conservadores de los Estados Unidos: obliga a las mujeres a escuchar el latido del corazón del feto antes de abortar. La medida ha entrado en vigor desde este septiembre de 2022. Se trata de una táctica disuasiva que los republicanos estadounidenses llevan años introduciendo en los sistemas legales de sus estados.
El aborto, ¿en la Carta Europea de Derechos Fundamentales?
Las medidas que limitan el derecho al propio cuerpo de las mujeres europeas se aprueban bajo el beneplácito de la extrema derecha y la pasividad generalizada de la UE. Para revertir esta situación, Emmanuel Macron, presidente de Francia, reclamó en enero que se reformara la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (UE) con el fin de incluir el aborto y la agenda climática. "Veinte años después de la proclamación de nuestra Carta de los Derechos Fundamentales, que consagró especialmente la abolición de la pena de muerte a toda la Unión, me gustaría que pudiéramos actualizar esta Carta, en particular para ser más explícitos en la protección del medio ambiente o el reconocimiento del derecho al aborto", afirmó.