El nuevo gobierno de Siria después de la caída del régimen de Bashar al-Asad ha sufrido un grave revés. Al menos 14 miembros del ministerio del Interior han muerto y diez más han resultado heridos en una "emboscada" en la provincia rural de Tartus, en el oeste del país. Así lo han explicado las autoridades y, en concreto, el ministro del Interior, Mohammad Abdel Rahman, que ha revelado que las víctimas se han visto "expuestas a una emboscada de los restos del antiguo régimen mientras cumplían los deberes para mantener la seguridad y protección del pueblo". El mandatario ha destacado en un comunicado publicado por la cartera ministerial en su perfil de la red social Facebook que la administración "ha demostrado un ejemplo de sacrificio para preservar la seguridad y la estabilidad de Siria". Asimismo, Rahman ha avisado de que golpearán "con mano de hierro a cualquiera que se atreva a alterar la seguridad de Siria y la vida de su pueblo".

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una de las entidades que ha informado más durante la ofensiva de las fuerzas de oposición a Al-Asad, el Departamento de Operaciones Militares sirio pretendía arrestar a quien fue director del departamento de justicia militar del antiguo régimen, Muhammad Kanjo Hassan. En este sentido, una patrulla que buscaba a Hassan, uno de los responsables de los crímenes perpetrados en la prisión de Sednaya, fue acorralada por las fuerzas de Al-Asad. El organismo, con sede en Londres, pero con informantes en el país árabe, ha asegurado que se considera en Hassan como uno de los criminales que ha dictado sentencias de muerte arbitrarias contra miles de presos.

Después del ataque, el nuevo ejecutivo del país árabe ha enviado refuerzos militares a la zona donde se han producido enfrentamientos con las unidades del antiguo régimen. Las fuerzas de seguridad ya han detenido "decenas" de personas, que han sido trasladadas a un centro de seguridad. Por su parte, miembros de lo Estado Islámico han asesinado a tres militares del anterior gobierno autoritario de Al-Asad en Homs, también en el oeste del país.

Toque de queda para los civiles

Los civiles también han sufrido los efectos de este episodio de violencia, ya que el nuevo gobierno ha instaurado un toque de queda desde la noche de este miércoles hasta la madrugada de este jueves. Hoy por hoy, no se sabe hasta cuánto se puede elevar el número exacto de víctimas, porque el ministerio solo ha informado de sus bajas, sin referirse a si también ha habido muertos entre los "remanentes" del antiguo régimen.