"Al final de este invierno, todos estaremos vacunados, curados o muertos". Así de tajante se ha manifestado en las últimas horas el ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn, ante el aumento de casos de coronavirus durante las últimas semanas en su país que han provocado un preocupante incremento de la presión sanitaria en los centros de salud y hospitales. Con solamente un 68% de la población con la pauta completa, una de las tasas más bajas de toda Europa, ya planea la posibilidad de obligar la población a vacunarse. La canciller Angela Merkel ya ha avisado de la necesidad de tomar medidas más drásticas ante la evolución de la pandemia que puede llegar a dimensiones "desconocidas hasta ahora" en Alemania.

En el 2020, en un contexto también creciendo del virus, Merkel ya tuvo que imponer un confinamiento duro a los alemanes hasta pasadas las fiestas de Navidad, como medida para intentar frenar los contagios. A la canciller se le cayó una lágrima mientras anunciaba las restricciones que implicaban un cierre de los negocios no esenciales y de las escuelas. Las reuniones familiares navideñas también se tuvieron que limitar a cinco personas de dos grupos burbuja, sin contar a los menores de 14 años. Por eso, este año se esperaba con tanta ilusión que llegaran de nuevo las fiestas.

Ahora, sin embargo, su celebración parece más lejos que nunca. En las últimas horas, se han cancelado varios mercados navideños, como el de Múnich. Y esta podría ser solo el primer paso para contener el virus. En otros länder han optado por una estrategia diferente: han adelantado los mercados por miedo a tener que suspenderlos y vecinos y visitantes se pasean entre las casetas con un vaso de vino caliente en la mano mientras los casos se disparan. Este domingo empieza el periodo de Adviento que en países del norte de Europa se vive con especial intensidad.

Situación dramática

"Estamos en una situación altamente dramática", afirmó Merkel ayer en una reunión de su partido, según informó la televisión pública. El secretario general de la CDU, Paul Ziemiak, aseguró al acabar que durante el encuentro se había alertado de una evolución muy negativa de la pandemia que vierte Alemania a una "situación como no habíamos conocido hasta ahora". En este sentido, ha advertido que el nuevo gobierno de coalición entre socialdemócratas, verdes y liberales tomará medidas insuficientes para detenerla.

Aparte de nuevas restricciones, buena parte del futuro de la covid en este país implica aumentar la tasa de vacunación, especialmente ante el variante delta del virus. Ahora mismo, Alemania se rige por la regla 3G: geimpft (vacunado), genesen (curato) o getestet (test negativo). Esta se aplica para poder entrar en locales cerrados, como un restaurante, y se pretende extender al transporte público. Ahora, siguiendo la línea de lo que ya ha advertido el ministro de Sanidad se habla de un nuevo 3G: geimpft, genesen o gestorben: vacunado, curato o muerto.

Cuarta ola 


Mientras en España la sexta ola empieza a sacar la cabeza, con un rápido aumento de contagios y de la incidencia acumulada durante los últimos días, en Alemania están inmersos en la que es su cuarta. En Catalunya y el Estado, hay una gran parte de la población vacunada, hecho que ha provocado que de momento no se hayan reanudado algunas restricciones. Está por ver como evolucionará el virus y si realmente tendrá efectos sobre las fiestas de Navidad. Ahora bien, aunque la covid ha entrado en un periodo de expansión, actualmente la incidencia está fijada a los 132 casos por 100.000 habitantes a 14 días. Una cifra mucho más reducida que la alemana, donde la incidencia semanal es de 386,5 casos, es decir, 772 a 14 días. Además, cada día se registran nuevos récords de contagios.

De momento, aunque se amenaza con nuevas y duras restricciones, todavía no se ha apostado por una medida tan drástica como la de Austria, donde de golpe se ha devuelto en marzo de 2020. Su gobierno ha decretado un confinamiento total de 10 días para toda la población, que en principio solamente tenía que ser para los no vacunados. Dependiendo de su evolución, este se alargará hasta veinte días, bien entrado el mes de diciembre.

En la imagen principal, advertencia en un mercado navideño / Efe