El 24 de febrero de 2022, amparados por la oscuridad de la madrugada, las tropas rusas iniciaron la invasión de Ucrania. Estos martes se cumplen mil días del inicio de esta guerra que ha provocado que miles de ucranianos huyan de su país y otros millares hayan muerto. Más de cuatro años después, lo que parecía que se quería definir desde el Kremlin como una operación rápida para llegar a Kyiv en pocos días, se ha cronificado en un conflicto donde cada palmo del suelo que avanza  un bando y el otro es luchando hasta las últimas. Este negro aniversario llega en un contexto de aumento de tensión en el conflicto entre la promesa de los Estados Unidos para dejar en Kyiv usar sus misiles de largo abades y la amenaza nuclear rusa.

🟡 ¿Cómo pueden afectar a la guerra de Ucrania los misiles de largo alcance autorizados por los Estados Unidos?

En uno de sus últimos movimientos, la Administración de Joe Biden ha autorizado que Ucrania ataque Rusia con armamento estadounidense de largo alcance. Antes de dejar paso al nuevo gobierno de Donald Trump, que quiere liquidar el conflicto rápidamente y a favor de Rusia, los demócratas han tratado de asegurar la ayuda a Kíiv. Las armas autorizadas son misiles supersónicos guiados denominados ATACMS, que pueden transportar cabezas convencionales o de dispersión, y tienen un alcance de unos 300 kilómetros. Por ahora, la Casa Blanca ha autorizado su uso solo en la región de Kursk.

Sin embargo, lo que en un primer momento se espera que fuera una gran noticia para Kyiv, se ha visto que tiene muchos matices. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha advertido que si bien uso de estos misiles es útil, pero no significa el final de la guerra. De hecho, hace meses que la guerra se ensaña en la zona de Kurks, donde últimamente las tropas rusas han avanzado mucho terreno con la nueva incorporación de las tropas norcoreanas al bando ruso.

¿Hasta qué punto servirán los misiles?

Si bien para una parte de la población mundial la decisión de la Administración Biden ha sido una sorpresa, las autoridades rusas no descartaban este escenario. Así pues, Rusia ha reubicado sus bases fuera del alcance de estos misiles, cosa que ya se sospechaba el lunes, pero lo cual los Estados Unidos han confirmado este martes.

Sin embargo, no quiere decir que la decisión de Washington sea inútil por los intereses de Ucrania, ya que crea un precedente para que otros gobiernos también autoricen el uso de este tipo de armamento. Lo más probable es que el Reino Unido y Francia siguen los pasos estadounidenses y den permiso en Ucrania para utilizar misiles Storm Shadow en Rusia, unos misiles de crucero de largo alcance. En cambio, Alemania ha mostrado su disconformidad con la decisión de los demócratas.

De hecho, este armamento ya se ha utilizado este mismo martes. Según informan medios ucranianos y confirmó Moscú, Ucrania ya ha utilizado estos misiles para atacar territorio ruso.

Rusia vuelve a blandir la bandera nuclear

Coincidiendo con los mil días de conflicto, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha firmado un decreto que permitirá en Rusia responder con armamento nuclear ante ataques convencionales que consideren que amenazan su soberanía o la de Bielorrusia. El documento también considerará "ataque conjunto" la agresión de un país que no tenga armamento atómico, pero que tenga el apoyo de una potencia nuclear. Es decir, está hecho en medida de la situación de Ucrania y sus aliados. La amenaza nuclear rusa ha sido una de las armas arrojadizas más utilizadas por el Kremlin en los pasados dos años, ya casi tres. Sin embargo, ahora se ha consolidado a través de un cambio normativo que llega justo después del permiso estadounidense para utilizar su armamento de largo alcance.

¿Qué pasará con la llegada de Donald Trump?

La sombra de la victoria de Donald Trump cierne sobre la estrategia tanto de Rusia como de Ucrania con el conflicto. Trump ha mostrado en varias ocasiones su proximidad con Vladímir Putin. Además, tan él como su entorno se han opuesto a seguir ayudando en Ucrania. Durante toda su campaña, el republicano ha afirmado con seguridad que cuando sea presidente acabará rápidamente con el conflicto, presumiblemente a favor del Kremlin.

Hace poco, Elon Musk, principal donante de la campaña de Trump y futuro miembro de su gabinete, hizo burla del presidente ucraniano Volodímir Zelenski a través de su red social. Citando un trozo de un programa donde Zelenski apuntaba que Ucrania es una nación soberana y que nadie (en referencia al futuro gobierno de Trump) los podía obligar a sentarse a negociar, Musk afirmó guasón: "su sentido del humor es maravilloso". Con interacciones como estas se puede pensar que el futuro de la política estadounidense no jugará a favor de Kyiv.