Los partidos, sindicatos y organizaciones de izquierdas han salido este sábado en las calles en Francia para protestar contra el nombramiento como primer ministro del conservador Michel Barnier, por el presidente Emmanuel Macron. Según fuentes del Ministerio del Interior, 110.000 manifestantes se han movilizado por todo el territorio francés para hacer demostrar la oposición de la izquierda a esta decisión, liderados por la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon. Este ya ha anunciado durante las concentraciones que presentará una moción de censura contra Barnier, a la que se han comprometido a dar apoyo todos los partidos de izquierdas, y que podría pasar en octubre. También quieren promover una iniciativa parlamentaria para destituir a Macron, que todavía no cuenta con el apoyo del resto de partidos.

Las concentraciones se han ido sucediendo a lo largo de todo el día en ciudades como Nantes, Burdeos y en la capital, París. La marcha, que ha salido desde la plaza de la Bastilla al mediodía, se han podido oír y leer consignas como "Negación de la democracia", "los franceses no votaron eso" y "Macron dimisión", unas palabras, que a menudo también se han repetido contra el primer ministro entrante Michel Barnier. Según la Policía, la manifestación habría agrupado a unas 26.000 personas, mientras que desde la Francia Insumisa aseguran que han sido 160.000. Más allá del baile de cifras, las movilizaciones han acabado con cinco detenidos por llevar un arma prohibida y causar daños tirando proyectiles.

La polémica y las concentraciones de la izquierda surgen después de que el Nuevo Frente Popular (NFP) constituido por los partidos de izquierda para presentarse a las elecciones legislativas que convocó Macron, obtuviera 193 diputados de un total de 577 y reclamara al presidente poder formar gobierno al ser la primera fuerza a la Asamblea Nacional. En lugar de eso, Macron ha optado por Barnier, miembro de los Republicanos (LR), el partido de la derecha tradicional, que se quedó con el 6% de los votos y 47 escaños, pero que cuenta con el apoyo implícito de la mayoría presidencial saliendo (166 diputados). La razón que dio el Elíseo es que era lo único que no corría el riesgo de ser tumbado rápidamente con una moción de censura, ya que lo extrema derecha de Marine Le Pen, que fue con diferencia el bloque|bloc con más porcentaje de votos, pero que se quedó con solo 142 escaños, ha dicho que al menos de momento no votará una moción de censura contra él.

Barnier dice que no pierde el tiempo

El nuevo primer ministro francés, Michel Barnier se hace el sordo y sobre las manifestaciones organizadas por la izquierda contra su nombramiento, ha evitado entrar en la cuestión con el argumento que "no perderá el tiempo en polémicas". El clima en Francia está tenso, y Barnier no esconde que la situación del país es "muy grave". Según el primer ministro, "no se tienen que esperar milagros" para hacer frente al endeudamiento, y aunque todavía no ha presentado cuál será su línea de medidas, ya ha asegurado que "se ha acabado seguir aumentando la deuda nacional". El año pasado creció hasta el 5,5 del producto interior bruto y que por la tendencia parece que podría llegar al 6% antes de acabar el año.