Recompensas económicas y un apartamento. Estos serían algunos de los incentivos que Hamás ofreció a los milicianos que atacaron a Israel el día 7 de octubre por cada rehén que pudieran capturar y entrar a la franja de Gaza. Según unas imágenes difundidas por diferentes fuerzas de seguridad israelíes, como el Shin Bet, las FDI o la policía, algunos de los milicianos capturados durante el ataque de Hamás el sábado 7 de octubre habían recibido instrucciones claras sobre qué hacer con los civiles que vivían en las poblaciones atacadas, y también incentivos para secuestrar a tanta gente como fuera posible. "El plan era ir de casa en casa, de habitación en habitación, lanzar granadas y matar a todo el mundo, incluidas mujeres y niños", afirma en una de las grabaciones un miliciano islamista, que aparece con la cara pixelada. "Hamás nos ordenó que chafáramos sus cabezas y las cortáramos, y que les cortáramos las piernas", dice el mismo atacante de Hamás, según recoge el medio Jerusalem Post. El terrorista que aparece en esta grabación fue capturado durante un ataque al kibutz Alumim, según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

En otro vídeo, publicado por el Shin Bet y la Policía de Israel y también recogido por el medio Jerusalem Post, se muestran fragmentos del interrogatorio de seis miembros de las fuerzas de élite de Hamás, que participaron en los asesinatos en masa y secuestros. "En Gaza, los que traían rehenes recibían una subvención, un apartamento y 10.000 dólares", afirmó uno de los interrogados. El Shin Bet y la policía dijeron en una declaración que según diversos de los terroristas, mientras que miles de agentes de Hamás fueron enviados a Israel, los comandantes superiores de Hamás se quedaron en la Franja, en apartamentos escondidos y seguros. Las fuerzas de seguridad israelíes afirman que los detenidos habían dado detalles de la infiltración y el ataque, incluyendo información "que se ha utilizado y se utilizará para atacar objetivos en la Franja de Gaza". "Las fuerzas de seguridad del Estado de Israel saldarán cuentas con todos los terroristas que participaron en la masacre del 7 de octubre", afirmaban en la declaración.

Los terroristas que aparecen en el vídeo dejan claro que cuando se trataba de asesinar, no tenían que distinguir entre civiles y soldados. "Cuando acabamos quemamos dos casas", explica uno de los milicianos. Uno de ellos también describe cómo entró en una casa después de que sus camaradas ya hubieran disparado a un hombre que vivía allí. "Dos (terroristas) entraron en la casa... Oímos voces dentro. Entraron dos más. Había un cuerpo en el suelo al lado de la puerta. No sé si estaba muerto, pero había sangre a su lado. Dentro había un hombre herido... Creo que toda una familia", afirma. También relata cómo vio a compañeros suyos de Hamás secuestrando a una mujer "de unos 60 o 65 años" y llevándosela en Gaza.

El ataque de Hamás no tiene precedente en la historia de Israel. En total, dejó a unas 1.400 personas asesinadas, la mayoría civiles atacados en su casa o en el festival de música que se celebraba en el desierto y que fue brutalmente atacado por los milicianos de Hamás. Al menos 224 personas, incluidos ancianos, mujeres y niños, fueron secuestrados en Gaza.

Israel muestra imágenes de la matanza de Hamás: civiles asesinados a sangre fría y sin piedad

Este lunes, el ejército de Israel hizo públicos 43 minutos de metraje donde se recopilan buena parte de los vídeos grabados por milicianos de Hamás, soldados israelíes que acudieron a las poblaciones atacadas y cámaras de seguridad durante el ataque de Hamás el día 7 de octubre. "Son imágenes que muestran crímenes de lesa humanidad", avisaba antes del inicio de la proyección al almirante Daniel Hagari. Efectivamente, según recoge EFE, las imágenes recogen asesinatos, cadáveres calcinados y ataques indiscriminados contra civiles. Las imágenes muestran matanzas en directo, ríos de sangre, decenas de cuerpos calcinados y un soldado decapitado. Gran parte del material mostrado este lunes a periodistas es inédito, y el ejército israelí lo ha hecho público con el objetivo de dar a conocer el horror de la matanza cometida por Hamás en Israel el pasado 7 de octubre y probar "crímenes de lesa humanidad".