La ciudad de Mineápolis despidió este jueves, diez días después de su asesinato, a George Floyd, mientras los policías implicados en su muerte se acusaron entre ellos ante un juez, que fijó una fianza de 750.000 para tres de ellos.

Floyd será enterrado el próximo martes en Texas, pero hoy se celebró una ceremonia en Mineápolis, ciudad en la que vivía desde hacía algunos años y en la que fue asesinado el lunes de la semana pasada, provocando el estallido de las mayores protestas raciales del siglo XXI en Estados Unidos.

Cientos de personas rindieron homenaje a Floyd en el anfiteatro de una universidad de Mineápolis, adonde acudieron entre otros Martin Luther King III, el hijo mayor del líder de los derechos civiles para los afroamericanos, así como el reverendo Jesse Jackson, que estuvo a su lado en las marchas de los años 60. Frente al ataúd plateado de Floyd, Jackson pronunció un emocionante discurso en el que instó a la comunidad negra a quitarse de una vez por todas la "rodilla" que les presiona el cuello y les impide prosperar, una metáfora con la que evocó el asesinato de Floyd.

Jackson, reivindicativo

"La historia de Floyd es la de todos los afroamericanos de este país, —expuso Jackson—. ¡Desde hace cuatrocientos años, la razón por la que no hemos podido ser quienes queremos ser y no hemos podido siquiera soñar con quién queremos ser es porque hemos tenido una rodilla sobre nuestro cuello!".

El reverendo argumentó que "lo que le ocurrió a Floyd ocurre cada día en este país, en educación, en la atención sanitaria y en cualquier otra área de la vida", por lo que pidió a la comunidad negra que se rebele y clame: "¡Quita tu rodilla de mi cuello!".

Jesse Jackson, en la despedida a George Floyd. Foto EFE

Los agentes, ante el juez

Mientras el principal acusado de la muerte, Derek Chauvin, sobre el que pesa un cargo de asesinato en segundo grado, no comparecerá ante un juez hasta la semana próxima, este jueves lo hicieron sus tres compañeros, que enfrentan cargos criminales por ser cómplices.

Dos de estos policías, Thomas Lane y J. Alexander Kueng, ambos novatos en el cuerpo, acusaron a Chauvin al ser el agente experimentado y el encargado de adiestrarles, y aseguraron que le instaron a no seguir presionando el cuello de Floyd. "Él (Chauvin) tiene 20 años de experiencia. ¿Qué se suponía que debía hacer mi cliente sino seguir las instrucciones de su oficial de capacitación?", dijo el abogado de Lane, que cumplía su cuarto día en el cuerpo el lunes del asesinato de Floyd.

Por su parte, el cuarto agente, Tou Thao, está colaborando con las autoridades desde antes incluso de su detención, según explicó su abogado, lo que evidencia una clara ruptura entre los implicados, algo muy extraño en casos con policías como acusados. El juez, Paul R. Scoggin, fijó fianzas de 750.000 dólares para cada uno de estos tres acusados, rechazando así las peticiones de las defensas, que habían pedido cifras reducidas.

Los toques de queda se diluyen


En la décima jornada de protestas raciales en Estados Unidos, muchas de las ciudades que habían vivido noches de caos, violencia y saqueos, como Washington y Los Ángeles, levantaron los toques de queda que han regido durante días al vivir movilizaciones mayoritariamente pacíficas y sin disturbios.

En Nueva York, sin embargo, con el toque de queda aún vigente, el gran despliegue policial en la ciudad ha permitido dispersar a los manifestantes y detener a todos aquellos que se resistían a dejar la calle en un día en el que el grueso de la protesta ha ido a menos.