La ministra de Deportes francesa, Amélie Oudéa-Castéra, se ha zambullido en el Sena para demostrar que el río está a punto para los Juegos Olímpicos, que se celebrarán del 26 de julio al 11 de agosto en París. La titular del ejecutivo se ha bañado enfundada en un neopreno trece días antes de que empiece la celebración, un gesto simbólico para calmar los ánimos y evidenciar la tarea del gobierno para reducir los niveles de contaminación, que hacían peligrar algunas pruebas acuáticas. Oudéa-Castéra ha nadado durante unos minutos en una zona próxima al puente de Alejandro III delimitada por boyas, y lo ha hecho acompañada del campeón olímpico de paratriatlón y representante de la delegación francesa a los Juegos Paralímpicos Alexis Hanquinquant. "Compromiso completado. Ha sido fabuloso, una felicidad total, ha sido genial", ha afirmado la ministra al salir del agua a una radio nacional. "El agua estaba muy buena, a 20 grados," ha detallado a continuación, dejando atrás que hace casi un siglo que los parisinos tienen prohibido bañarse al río.
El agua de Sena, ¿apta para disputar pruebas olímpicas?
La calidad del agua del Sena era una de las principales preocupaciones de los organizadores de los JJ. OO. De hecho, el gobierno francés ha tenido que destinar, desde el año 2016, unos 1.400 millones de euros a sanear el tramo del río que pasa por la capital para garantizar que se puedan llevar a término las pruebas. Precisamente, el concejal de Deportes del Ayuntamiento de París, Pierre Rabadan, anunció el viernes que los últimos análisis elaborados indicaban que las aguas solo habían sido aptas para el baño 10 de los últimos 12 días, un hecho que atribuyó a las fuertes lluvias de los meses de mayo y junio. A pesar de todo, "no tenemos inquietud sobre la posible realización del conjunto de las pruebas previstas en el río", dijo el concejal en un intento de calmar la población. El río tendrá que acoger pruebas de natación de triatlón masculino y femenino, así como el maratón en aguas abiertas de los JJ. OO. y los triatlones masculino y femenino de los Paralímpicos.
El baño inaugural de la ministra Oudéa-Castéra ha pasado por delante del de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que sí que se había prometido a nadar meses atrás. La alcaldesa, sin embargo, había ido aplazando el compromiso porque los resultados del agua indicaban cantidades de materia fecal no aptas para la inmersión.