Los pecados de juventud se pueden pagar mucho tiempo después de que se produzcan. Es lo que ha pasado en Islandia, un país poco acostumbrado a los escándalos, que este viernes se vio sacudido por la dimisión de la ministra de Educación e Infancia, Ásthildur Lóa Þórsdóttir, después de revelarse que tuvo un hijo con un menor de edad hace más de tres décadas. Lóa Þórsdóttir, que pertenece al Partido del Pueblo, parte de la coalición que gobierna el país, liderada por los socialdemócratas, renunció al cargo después de que la primera ministra, Kristin Jakobsdottir, haya reconocido que es "un asunto muy serio que puede perturbar el trabajo y el de todo el Gobierno". A pesar de la renuncia de la ministra de Educación, el caso ha supuesto un golpe para el gobierno que hace solo tres meses que forma la coalición, y la primera ministra ha pedido al partido liberal del cual forma parte Lóa Þórsdóttir que nombre un sustituto o sustituta para que el ejecutivo pueda continuar adelante.

Relación fuera de la legalidad

La dirigente islandesa, que ahora tiene 58 años, ha reconocido que fue madre cuando tenía 22 años y que el padre era un chico de 16 al que conoció cuando dirigía un grupo juvenil en una congregación religiosa cristiana. Las relaciones empezaron cuando el niño tenía 15 años y, aunque la edad de consentimiento sexual en Islandia es de 15 años -en aquel tiempo era de 14-, existen restricciones legales si hay una relación de poder o influencia, como el de un profesor, tutor o mentor con un menor de edad, como es este caso. Actualmente, este límite se sitúa en los 18 años si una de las dos personas tiene algún tipo de poder o influencia. La ya exministra ha concedido una entrevista en una televisión islandesa en la que ha explicado que la relación fue consentida, pero admite que no la puede ver como una cosa normal. Ásthildur Lóa Þórsdóttir calificó la relación como un "error de juventud", y explicó que ha presentado su renuncia para no afectar al funcionamiento del gobierno.

Un caso revelado por la televisión pública

El caso ha salido a la luz gracias a una investigación del canal público RÚV. Según este medio, citando documentos oficiales, el padre del niño tuvo contacto limitado con su hijo después del primer año y se lo obligó a pagar manutención hasta que el hijo alcanzó la mayoría de edad. Una familiar del padre ha denunciado que cuando la ministra conoció a su actual marido dejó de permitir al padre biológico acceder a su hijo con la misma facilidad que años atrás.

Ásthildur Lóa Þórsdóttir no ha confirmado que renuncie también a su cargo como diputada a causa de esta polémica, aunque en los últimos tiempos ha tenido que enfrentarse a otras noticias que han perjudicado su imagen. Hace unos días fue también protagonista en el país para poner en duda la imparcialidad de los tribunales islandeses después de que se dictara un veredicto en contra suya por|para daños y perjuicios en un caso relacionado con una venta de una casa.