Los estereotipos que dibujan las encuestas llegan donde llegan. Por eso, aunque Harris lleve una gran ventaja entre las mujeres (57% contra 41% de Trump según la última encuesta de la NBC) y entre la comunidad negra (87%), Leoni, inmigrante jamaicana y negra residente en New Jersey (estado demócrata) exponía con orgullo que votaría a Donald Trump por la inflación y la inmigración antes del mitin del Madison Square Garden. "Soy inmigrante, pero legal", decía. Las elecciones de los Estados Unidos son en gran parte una cuestión de identidad y quien seduzca a quien se aleja del retrato robot de tu votante, sobre todo en los 7 estados que bailan, tendrá la gran clave del resultado.
La misma frase la repiten algunos latinos votantes de Trump, que lo defienden con la economía por bandera y también los valores cristianos y conservadores (en contra del aborto que defiende Harris como derecho, especialmente los hombres). También son muchos los latinos que defiende que se tiene que ser más duro en la frontera, seguramente olvidando cómo llegaron ellos. Ahora bien, no todo se vale: el comentario del cómico Tony Hinchcliffe, que dijo en un mitin de Donald Trump que Puerto Rico es una "isla de basura" dolió mucho a la comunidad latina.
Lo reconocía incluso en ElNacional.cat Samuel Negrón, miembro de Latinos for Trump en Allentown, la ciudad con más población latina del estado clave de Pensilvania, que es de los que tienen que decantarse el que más votos electorales aporta al total, 19. "Ha molestado a todo el mundo", reconocía, incluso a él, a quien había "sacado de quicio", pero entendía que "no era cosa de Trump, sinó del cómico" y esperaba que "el resto de votantes sean inteligentes" y piensen como él.
Teniendo en cuenta que en Pensilvania vive 600.000 latinos y que la mayoría son puertorriqueños, el comentario podía ser "el october surprise" que diera la victoria a Harris, opinaba el alcalde latino de Allentown, Matthew Twerk, a ElNacional.cat, más bien un deseo que una predicción por parte suya. Una encuesta de Univisión posterior al comentario pronosticaba que un 64% de los latinos votará a Harris por un 30% a Trump, crecimiento importante respecto a la anterior. Arizona, otro de los estados claves con 1,4 millones de votantes latinos entre un total de 7,2 millones de personas censadas, también dominan, pero menos.
Harris domina, según las encuestas con un 54,7% los votos favorables de la comunidad latina en los estados clave, que aumenta a un 56,9% en la media nacional. Estos números también han mejorado desde el comentario racista del cómico sobre Puerto Rico, que además propició que Bad Bunny, Jennifer López y Ricky Martin expresaran su apoyo a Harris.
El género, la gran brecha
Pero las diferencias étnicas se reducen cuando entra en juego el género, la gran brecha de las encuestas. Un 25% de los hombres negros jóvenes daban hasta hace poco apoyo a Trump, por un 58% a Harris, según GenForward Survey, un número bastante superior en los que votaron en contra de Biden el año 2020, aunque este número se podría haber reducido en los últimos días.
Mientras Harris ha ido a barberías de hombres en Filadelfia a hacer campaña con una imagen que conecta, Trump dijo que recuperaría una ley declarada inconstitucional el año 2013 que permite detener y abordar personas "razonablemente sospechosas", práctica que perjudicaba especialmente hombres jóvenes negros y latinos. En Georgia, estado clave, los negros representan el 33% de la población y en Carolina del Norte, el 21,6%.
Entre la comunidad musulmana, de 1,5 millones de votantes y muchos de ellos en Michigan, estado clave, los votos están casi empatados con un 42% hacia Trump y un 41% hacia Kamala Harris, según la última encuesta. Aunque Trump ha defendido los ataques de Netanyahu en Palestina, ha prometido también la paz cuando se ha encontrado con representantes musulmanes y no es castigado por el envío de armas actual en Israel, que es cosa demócrata.
Entre los hombres jóvenes latinos, el 44% da apoyo a Trump, porcentaje superior al 37% que da apoyo a Harris. Las mujeres negras (63%), latinas (55%) y asiáticas (60%) están mucho más con Harris, mientras que las mujeres blancas le dan apoyo por muy poco: un 44% delante de un 40% a Trump.
Eso da como resultado que solo los hombres latinos y blancos dan más apoyo a Trump que a Harris. Un 58% de los hombres blancos votarían a Trump por un 35% a Harris, cifra casi idéntica cuando aplicamos la variable de la juventud en vez de la étnica. El 58% de los hombres jóvenes votaría por Trump y el 35% por Harris.
La mayor brecha se da entre géneros: un 58% de las mujeres votaría a Harris por un 40% a Trump, mientras que con los hombres está en la inversa, un 57% está con Trump y un 41% con Harris. Pero la que hay entre votantes rurales y zonas urbanas, que se puede comprobar mirando los mapas electorales de 2020 estado en estado, y entre personas formadas y no formadas (más trumpistas) es también significativo.
Ofensiva de Harris por los hombres
Para acortar la brecha de género a favor suyo, Harris ha hecho recientemente un anuncio apelante directamente a los hombres y a su masculinidad, por tal que no se sientan menos hombres para votar Harris y con la frase: "No tengo miedo de las mujeres". Además, para apelar a las mujeres del ámbito rural ha hecho otro anuncio en el que recuerda que los maridos no tienen por qué saber a quién votan.
Los movimientos de Trump han sido menos refinados. Reaccionó en este anuncio diciendo que le parecía "ridícula" y "estúpida" esta idea. Además, Trump dijo que "protegería" a las mujeres "tanto si quieren como si no", en sus mítines hay insultos a Harris y a su coeficiente intelectual y también ha comentado que Liz Cheney, republicana que se ha sumado a la campaña de Harris, tendría que ver "como se siente si tiene 9 cañones disparándole" y tildándola de "tonta". Nikki Haley, que perdió las primarias con Trump, ha asegurado a pesar de dar apoyo a Trump desde el perfil bajo que la estrategia de Trump con las mujeres no está siendo muy inteligente.
Pero no todos los votos se deciden por la campaña electoral ni las propuestas, a veces son los traumas y vivencias personales los que te marcan a la hora de votar. William, conductor de Uber de Asheville de 32 años, en Carolina del Norte, es un hombre blanco, sí, pero vive en una ciudad muy demócrata. Él mismo lo era, y se consideraba "feminista", hasta que su mujer lo dejó, dice, porque un grupo de chicas feministas la convenció. Pasó de ser un hippie de izquierdas a ir moderándose, primero, y a pasarse a Trump después por esta experiencia. Su giro a la derecha llegó en el 2017, pero en el 2020 votó Biden porque había prometido perdonar créditos a los estudiantes.
Ahora, lo tiene claro, votará Trump porque está en contra de las feministas. Le da toda la razón John, el otro pasajero del Uber, también blanco, pero de Maryland, un estado también muy demócrata. Su mujer, eso sí, es votante demócrata y "muy feminista".
En Carolina del Norte, como a Georgia, otro factor jugará a la hora de votar: el huracán Helene. A pesar de que, sobre el terreno, en la zona concreta de Asheville no se aprecian grandes voluntades de cambio de voto, sí que ha habido un intento de Trump de desprestigiar a los equipos de emergencia con falsedades sobre el desvío de fondo. También se ha hecho una foto con uno de los mayores puntos de distribución de ayuda humanitaria, montado por un veterano de guerra que ha incitado a la violencia en redes contra Biden. En unas elecciones tan igualadas, todos los votos cuentan.