Miles de ucranianos se encuentran retenidos en campos de detención en sitios remotos de Rusia. Así lo ha destapado la investigación del periodista Dean Kirby por iNews. Según documentos del Kremlin a los cuales ha tenido acceso el medio, las sospechas del gobierno de Kyiv y de organizaciones pro derechos como Human Rights Watch serían ciertas: ciudadanos ucranianos, entre ellos civiles supervivientes del asedio de Mariúpol, habrían sido repartidos entre 66 campos rusos, algunos de ellos a unos 9.000 kilómetros de sus hogares. La información destapada indica que el régimen de Vladímir Putin estaría utilizando, entre otras instalaciones, antiguos sanatorios mentales de la época soviética situados en zonas como Siberia, el Cáucaso, el Círculo Polar Ártico y el Extremo Oriente, para detener a las personas capturadas en la guerra, entre ellos muchos niños. La investigación también asegura que varias organizaciones en Rusia trabajan clandestinamente para liberar a estas personas, acogiéndolas en casas de particulares y facilitándoles el retorno a Ucrania. Según estas fuentes, el Estado ruso estaría obligando a los detenidos, los cuales llaman 'refugiados', a hacer trabajo de manera forzosa.
The results are shocking and show the first evidence of a major operation to spread Ukrainians across Russia – at sites stretching across the Ural Mountains as far east as the remote Kamchatka Peninsula. 3/ pic.twitter.com/ffcQTWfmTi
— Dean Kirby (@deankirby_) May 7, 2022
66 campos en Rusia
Según ha podido saber iNews, "los oficiales de Vladímir Putin siguen las órdenes del Kremlin de dispersar" nacionales ucranianos en 'puntos de alojamiento temporal' repartidos por toda Rusia. Estos "incluyen docenas de sanatorios y antiguos campamentos de verano infantiles, al menos un 'centro de educación patriótica' e incluso un antiguo vertedero de armas químicas", asegura la investigación. El medio ha podido corroborar la presencia de "6.250 personas en 38 de los campos, incluidos 621 niños. Llenos, los 66 campos podrían alojar a unas 10.800 personas, incluyendo a 1.000 niños, y un tercio de estos campos contienen ciudadanos de Mariúpol", aseguran. Algunos de estos campos estarían vacíos, pero preparados a la espera de más ucranianos 'evacuados'. Las personas retenidas en los centros lo tendrían muy difícil para retornar a Ucrania, principalmente por su "lejanía, falta de dinero, teléfonos o documentación", indican. Aparte de los documentos destapados, el hecho de que el gobierno de Putin tenía la intención de repoblar zonas del país con ciudadanos forzosamente desplazados no es ningún secreto. Hace unas semanas, el Kremlin instauró un decreto según el cual decían que esperan "acoger" a más de 95.000 personas a causa del conflicto con el país vecino.
Campos en Ucrania
A pesar de las circunstancias, la información sobre la supuesta creación de 'campos de filtración' a Ucrania es cada vez más clara. Un asesor de la alcaldía de la asediada ciudad de Mariúpol, Petro Andriuchenko, ha compartido información sobre las condiciones en uno de los recintos donde el ejército ruso estaría reteniendo civiles ucranianos para identificarlos, registrarlos, intimidarlos, e incluso deportarlos en zonas remotas de la Federación Rusa. Más concretamente, el político ha difundido tres vídeos en su cuenta de Telegram donde se ve el interior de una escuela en Bezimenne, municipio ocupado situado a unos treinta kilómetros de Mariúpol, donde habría retenidos unos 2.000 hombres. El asesor ha calificado de "auténtico gueto" la zona después de la entrada de las fuerzas rusas, tanto por la destrucción física de la ciudad como por el régimen de terror al cual está sometida la población que queda. Andriuchenko destaca, entre otras cosas, el hecho de que los detenidos tienen que dormir en el suelo en condiciones antihigiénicas, no reciben asistencia médica, y tienen que compartir un solo grifo con agua fría.