Alberto Fujimori, expresidente del Perú, ha muerto este 11 de septiembre a los 86 años, en la residencia de su hija Keiko Fujimori, en el distrito de Surco, en Lima, a causa del cáncer que sufría. La noticia ha sido comunicada por sus hijos, Keiko, Hiro, Sachi y Kenji Fujimori, que han lamentado la muerte de su padre después de una "larga batalla contra el cáncer", después de que el pasado mes de mayo se anunció que el expresidente había sido diagnosticado de un tumor maligno. Su médico personal y congresista, Alejandro Aguinaga, ya había informado previamente de que el político estaba "luchando" por su vida después de visitarlo en su domicilio. La confirmación de la muerte de Fujimori, apodado el chino, aunque su ascendencia era japonesa, ha suscitado reacciones divididas en Perú, donde el exmandatario es recordado por algunos como un líder que combatió el terrorismo y estabilizó la economía, mientras sus detractores lo consideran un dictador corrupto y responsable de violaciones a los derechos humanos y de una época en la que se instauró el terrorismo de Estado en el país. A pesar de su delicado estado de salud, su hija Keiko, también política y líder fundadora del partido Fuerza Popular, había afirmado que su padre se presentaría a las elecciones presidenciales del 2026. La muerte de Fujimori representa, sin embargo, el cierre de un capítulo oscuro y polémico de la historia política reciente del país sudamericano.

Velatorio y funeral

El gobierno del Perú ha transmitido sus pésames a la familia del expresidente, y el primer ministro, Gustavo Adrianzén, ha detallado que ya están coordinando el funeral de acuerdo con el protocolo oficial. "Queremos expresar nuestros pésames a familiares, amigos y partidarios de quienes fuera el presidente Alberto Fujimori", ha dicho. El protocolo de Estado peruano recoge que, al conocerse la muerte de un expresidente, se izará la bandera a media asta en el pabellón nacional y se decretará luto oficial. El velatorio de Alberto Fujimori se llevará a cabo en el Museo de la Nación, ubicado en el distrito de San Borja de Lima. El velatorio empezará el jueves 12 de septiembre y continuará hasta la mañana del sábado 14 de septiembre. Después del velatorio, los restos de Fujimori serán trasladados en el cementerio Campo Fe de Huachipa, donde será enterrado el mismo sábado. Grupos de seguidores del expresidente peruano se concentraron este miércoles ante su residencia en Lima para expresar su dolor y rendir homenaje a su legado.

Partidaris de Fujimori es concentren davant la seva residència (EFE)
Partidarios de Fujimori es concentran delante de su residencia (EFE)

Crímenes de lesa humanidad

Alberto Kenya Fujimori nació el 28 de julio de 1938 en Lima (Perú) y fue ingeniero agrónomo y rector universitario antes de dedicarse a la política. Fujimori gobernó Perú entre 1990 y en el 2000, y después de haber sido encarcelado por varios delitos, desde hacía 9 meses se encontraba en libertad por un indulto otorgado por el Tribunal Constitucional a finales del 2023. Entre los delitos que se le imputaron está la matanza de Barrios Altos (1991), donde 15 personas, incluyendo a un niño de 8 años, fueron asesinadas por el Grupo Colina, un escuadrón paramilitar, y la matanza de La Cantuna (1992), en la que nueve estudiantes y un profesor universitario fueron secuestrados y asesinados por el mismo grupo paramilitar. La corte de justicia determinó que Fujimori, como jefe supremo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, ejerció el control efectivo sobre estas instituciones y fue responsable de estas operaciones contra civiles sospechosos de colaborar con Sendero Luminoso.

La Lucha contra Sendero Luminoso

La lucha de Fujimori contra Sendero Luminoso, una organización terrorista y partido político de ideología comunista que se fundó en 1970, liderada por Abimael Guzmán, marcó su gobierno. El expresidente implementó una política de mano de hierro y combate frontal contra el terrorismo, con políticas de terrorismo de Estado que atentaban contra los derechos humanos y legislativos, patrocinando el paramilitarismo y la violencia contra civiles sospechosos sin ser sometidos a juicio previo alguno. Sin embargo, su estrategia logró debilitar considerablemente Sendero Luminoso, y uno de los golpes más significativos fue la captura de Abimael Guzmán en 1992. Curiosamente, Guzmán, que en 2006 fue condenado a cadena perpetua, murió un 11 de septiembre, de 2021, a los 86 años, en el mismo día y edad que ahora lo ha hecho Fujimori.

Fujimori, al 2014 (Europa Press)
Fujimori, en 2014 (Europa Press)

Condenado por corrupción

Fujimori también tenía sobre sus espaldas sentencias por varios casos de corrupción, incluidos el uso indebido de fondos públicos, y fue condenado por utilizar 15 millones de dólares del tesoro público para pagar a su exjefe de inteligencia, Vladimiro Montesinos. También se lo condenó por sobornos, al pagar a congresistas de la oposición, y por espionaje ilegal al ordenar la intervención telefónica de periodistas críticos con su gestión.

Previamente, en 2007, Fujimori también recibió una condena de seis años por usurpación de funciones, al ordenar a un militar suplantar a un fiscal para entrar ilegalmente en la casa de la esposa de Montesinos.

Indultado dos veces

Desde hacía 9 meses se encontraba en libertad por un indulto otorgado por el Tribunal Constitucional a finales del 2023. Este era el segundo indulto que recibía Fujimori. A finales del 2017, quien ostentaba la presidencia en aquella época, Pedro Pablo Kuczynski, otorgó un indulto humanitario a Fujimori por razones de salud cuando este tenía 79 años. Este indulto permitió que saliera de prisión, donde cumplía una pena de 25 años que recibió en 2009 por los delitos de lesa humanidad. El año 2018, la Corte Suprema de Perú anuló el indulto otorgado por Kuczynski, pero en diciembre del 2023 el Tribunal Constitucional anuló la decisión de la Corte Suprema y restituyó el indulto original otorgado en 2017. Como resultado de esta decisión del Tribunal Constitucional, el gobierno de la presidenta Dina Boluarte excarceló a Fujimori en diciembre de 2023.

Imatge del 2018 d'Alberto Fujimori, quan va sortir de la clínica
Imagen retrospectiva de Alberto Fujimori (Europa Press)

Huida y exilio en Japón

Fujimori huyó a Japón en noviembre del 2000, en medio de crecientes denuncias de corrupción generalizada y crímenes de lesa humanidad durante su gobierno. Su huida se produjo después de la difusión de los llamados vladivideos que revelaban actos de corrupción de su asesor Vladimiro Montesinos. Fujimori intentó renunciar a la presidencia por fax desde Japón, pero el Congreso peruano rechazó su renuncia y lo destituyó formalmente del cargo.

En Japón, Fujimori recibió protección del gobierno japonés, que le reconoció la nacionalidad japonesa por ser hijo de padres japoneses. El gobierno peruano solicitó su extradición, pero Japón nunca se pronunció oficialmente sobre esta solicitud. Se cree que fue porque la legislación japonesa prohíbe la extradición de sus ciudadanos a terceros países. Fujimori permaneció en Japón hasta 2005, cuando viajó sorprendentemente a Chile, donde fue detenido. Este exilio marcó el fin abrupto de su gobierno y el inicio de un largo proceso legal, que culminaría con su extradición, juicio y condena en Perú años después.