El expresidente de Alemania y exdirector general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Köhler, ha muerto este sábado a los 81 años. La presidencia del país europeo ha informado de que el democristiano "murió temprano esta mañana en Berlín, después de una corta y grave enfermedad, rodeado de la familia". Economista de formación, Köhler fue el presidente del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) del 1998 al 2000 y el director general del FMI del 2000 al 2004. Posteriormente, se convirtió en el jefe de estado de Alemania, un cargo que ocupó durante seis años, entre el 2004 y el 2010.

"Perdemos a una persona muy apreciada y extremadamente popular, que consiguió grandes cosas para nuestro país y el mundo", ha escrito el actual presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, en una carta de pésame dirigida a la viuda del difunto. Köhler nació en 1943. Sus padres eran nativos de Besarabia, en Rumania, y fueron desplazados a la fuerza a Polonia. Huyendo del Ejército Rojo al final de la guerra, la familia se instaló en Alemania del Este, antes de ir al Oeste en 1953.

Köhler se retiró de la vida pública en 2019, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció la dimisión del democristiano de su cargo como enviado al Sáhara Occidental «por razones de salud», una tarea que emprendió en el 2017. La misión del alemán consistía en intentar reactivar la búsqueda de una solución para resolver el conflicto en la antigua colonia española que está mayoritariamente controlada por Marruecos, pero cuya soberanía reclaman los independentistas del Frente Polisario. Uno de los momentos álgidos de Köhler se dio cuando este consiguió reanudar las conversaciones entre las partes involucradas, reuniendo a Marruecos, el Frente Polisario, Argelia y Mauritania hasta dos veces en Suiza, un acercamiento que no se producía desde hacía seis años.

En su etapa previa como jefe de estado de Alemania, Köhler se convirtió en el primer presidente sin una carrera política previa, ya que provenía del sector económico. El año 2004, fue elegido por una asamblea de grandes electores donde la oposición al entonces canciller socialdemócrata, Gerhard Schröder, tenía mayoría. Para acceder a la presidencia dimitió de su cargo en el FMI, donde su mayor desafío había sido la gestión de la crisis financiera en Argentina. El democristiano fue reelegido para un segundo mandato en el 2009, pero sorprendió a todo el mundo al renunciar un año después a raíz de unas declaraciones muy polémicas donde parecía vincular la intervención militar de Alemania en Afganistán con la defensa de los intereses económicos del país.