L'ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi ha muerto este lunes a la edad de 86 años después de ser diagnosticado de leucemia crónica a principios de 2023, según ha avanzado el Corriere della Sera. Berlusconi llevaba ingresado desde este viernes en el hospital San Rafael de Milán.
El político, nacido en Milán el 29 de septiembre de 1936, deja un legado controvertido y polémico, después de convertirse en uno de los personajes más destacados en una multitud inacabable de facetas. Uno de los políticos italianos más importantes de las últimas décadas y también un exitoso empresario que alzó un imperio económico. A pesar de sus éxitos profesionales, Berlusconi siempre vivió rodeado de polémica desde que empezó a acercarse a las altas esferas de la sociedad italiana a principios de la década de los 80.
Durante su carrera profesional destacó como político, empresario, inversor y magnate de los medios italiano, fundador y presidente de la corporación de telecomunicaciones Mediaset, principal fuente de su fortuna de más de 7.000 millones de euros, según Forbes. Fue, además, el fundador y presidente de Forza Italia, partido político que después se integró en la coalición El Pueblo de la Libertad, de la cual fue fundador y presidente, llegando a ejercer como presidente del Consejo de Ministros de Italia en tres ocasiones (1994-1995, 2001-2006 y 2008-2011). También fue ministro de Relaciones Exteriores de Italia el año 2002 y presidente de turno del Consejo Europeo durante el segundo semestre de 2003. Fue también el propietario y presidente del equipo de fútbol AC Milan desde 1986 hasta el 2017 y desde 2018 era propietario del Società Sportiva Monza 1912, un club de la segunda división italiana.
Berlusconi era llamado "Il Cavaliere" (El Caballero) por tener el Ordine al mèrito del lavoro (Orden del Mérito al Trabajo), que comporta el tratamiento de caballero, entre 1977 y 2014, año en que tuvo que renunciar antes de que la Federación Nacional de los Caballeros del Trabajo lo desposeyera de esta orden a raíz de las polémicas, juicios y controvertidos asuntos personales que lo llevaron al banquillo de los acusados en más de una ocasión. Esta condecoración sería equiparable al título de Sir en el Reino Unido.
Silvio Berlusconi, de una familia humilde de Milán a primer ministro de Italia: una carrera política de éxitos y polémica
En 1994, Silvio Berlusconi entró en la política italiana fundando su propio partido, Forza Italia. En las elecciones generales de aquel mismo año, obtuvo una victoria sorprendente, convirtiéndolo en el primer ministro de Italia. No obstante, su primer mandato fue breve, ya que se vio obligado a renunciar en el año 1995 después de que uno de sus aliados políticos le retirara su apoyo. Berlusconi volvió al poder en 2001, liderando una coalición de centroderecha que incluía a Forza Italia, la Liga Norte y Alianza Nacional. Durante su segundo mandato, Berlusconi introdujo reformas económicas y sociales controvertidas, incluyendo una reforma del sistema de pensiones y una ley que redujo la edad de responsabilidad penal de 18 a 14 años. También enfrentó varias acusaciones de corrupción y abuso de poder, que lo llevaron a ser juzgado y condenado en varias ocasiones. A pesar de eso, se mantuvo en el poder hasta el año 2006.
Después de perder las elecciones de 2006, Berlusconi volvió a ser primer ministro en 2008, liderando una coalición de centroderecha formada por Forza Italia y la Liga Norte. Durante su tercer mandato, Berlusconi se enfrentó a varios desafíos económicos y políticos, incluyendo la crisis financiera global y la presión internacional para reducir la deuda pública italiana. También fue objeto de críticas por su comportamiento en el escenario mundial, especialmente por su relación con el entonces primer ministro ruso, Vladímir Putin. En 2011, Berlusconi dimitió como primer ministro después de perder una votación en el parlamento italiano. Después de eso, se retiró de la política activa y se centró en su carrera empresarial y en su vida personal. En los años siguientes, Berlusconi enfrentó varias acusaciones de corrupción y delitos financieros, y en 2013 fue condenado por evasión fiscal.
Después de años fuera del panorama político, Berlusconi volvió a postular como candidato a primer ministro en las últimas elecciones del país, el año 2022, pero se quedó lejos de llegar al cargo. Sin embargo, el pasado mes de octubre, Berlusconi y su partido Forza Italia dieron apoyo a Giorgia Meloni para convertirla en primera ministra del país gracias a una coalición de derechas y ultraderecha. Durante este último año también se ha visto rodeado de polémica por haberse acercado a Vladímir Putin, presidente ruso, después de que este iniciara la invasión en Ucrania. Históricamente, Berlusconi y Putin han mantenido una gran amistad pública, y desde el inicio de la guerra en Ucrania, el ex primer ministro italiano se ha mostrado parcialmente a favor de los planteamientos rusos.
El imperio económico de Silvio Berlusconi: Mediaset, el AC Milan y prensa escrita
En 1974 fundó el canal de televisión local Telemilano y cuatro años después Canale 5, esta vez de ámbito nacional. Fue el primero en crear una red de canales televisivos de carácter nacional y puso fin al monopolio de la televisión pública italiana, consiguiendo superarla en audiencia con una parrilla centrada en concursos y programas de entretenimiento. En 1984 también adquirió Italia 1 y Repti 4, creando un duopolio que lo llevaría a dominar las parrillas televisivas italianas y dando lugar al inicio de una fortuna de más de 7.800 millones de euros, también eran los inicios del grupo Mediaset, actualmente un gigante televisivo con especial presencia en Italia y España. En 2002, el grupo Mediaset compró Telecinco por 276 millones de euros.
Por otra parte, Berlusconi poseía la mayor empresa de publicidad de Italia y compró la productora Endemol, que vende formatos de programas de televisión que después se adaptan a cada país. Durante su gobierno aprovechó para cambiar la ley que lo obligaba a dar las frecuencias de su canal Repti 4 al nuevo canal Europa 7. Su imperio se extiende también al terreno de la prensa escrita. En 1976 compró participaciones de Il Giornale. Al final de su carrera como empresario mediático, en 1990, obtuvo la presidencia del grupo Mondadori, editor del diario La Repubblica. Más tarde, adquirió la cadena de tiendas de vídeo Blockbuster, portales de acceso a Internet y una participación en la empresa Olivetti. Así, el grupo Mondadori controla actualmente un tercio del sector editorial en Italia. Para agrupar los diversos sectores de la comunicación que poseía (televisión, prensa, edición, internet, publicidad), creó hace más de tres décadas el conglomerado Fininvest, que ahora se llama Mediaset.
En el plan de los negocios deportivos fue propietario del club de fútbol AC Milan desde 1986 hasta 2017, cuando el club fue vendido a Rossoneri Sport Investment Lux. Bajo su mandato, el AC Milan se convirtió en uno de los clubs más exitosos de Europa, conquistando en repetidas ocasiones la Liga de Campeones y la Serie A italiana. Desde 2018 era propietario del Società Sportiva Monza 1912, un club de la segunda división italiana que pretendía llevar a la primera división.
La cara oscura de "Il Cavaliere": corrupción, fiestas y orgías con menores
La polémica ha marcado notablemente sus gobiernos. El revuelo levantado por la ley Alfano es un ejemplo. Esta ley establece que los cuatro mayores dirigentes del Estado, el presidente de la República, el primer ministro y los presidentes de la Cámara de Diputados y el Senado, no pueden ser juzgados por ningún delito no relacionado con su cargo mientras permanezcan en el gobierno. Asimismo, ha sido acusado en varias ocasiones de mantener tratos con la mafia 'Ndrangheta' en la región de Calabria. Una de las principales polémicas en que se ha visto implicado son las fiestas bunga bunga, un caso que cuando pasó a instancias judiciales se conoció como "Rubygate", ya que una de las menores implicada en estas fiestas se llamaba Ruby. Las fiestas tenían lugar en la mansión de Arcore, epicentro de su imperio y escenario de las escenas más grises de su vida. En el 2010, los jueces destaparon este escándalo sexual por el cual acabó condenado, y después absuelto, por abuso de poder e inducción a la prostitución de menores.
Más allá de las polémicas fiestas, el ex primer ministro también estuvo implicado en casos de corrupción y evasión fiscal mientras era primer ministro. El 24 de junio de 2013 fue condenado en primer grado a 7 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por inducción a la prostitución de menores y abuso de autoridad en el proceso Ruby, el de las fiestas bunga bunga. Pocas semanas después, el 1 de agosto de 2013, la Corte Suprema de Casación (corte de última instancia) lo condenó de forma definitiva a 4 años de prisión por fraude fiscal en el Proceso Mediaset. Tres de estos años de inhabilitación fueron cancelados por un indulto del gobierno de Romano Prodi aprobado en el Parlamento en el 2006, y solo quedó un año de pena. También fue condenado el 8 de julio de 2015, el tribunal de Nápoles lo condenó a tres años de prisión por un delito de corrupción, después de haber sobornado al senador Sergio De Gregorio. Los pagos se hicieron entre 2006 y 2008, y consistieron en aproximadamente tres millones de euros.