En los conflictos del siglo XXI hay más armas para detectar y eliminar enemigos, y una de ellas es sin duda internet. Los talibanes vuelven a ostentar el poder en Afganistán, una posición que no tenían desde 2001. Si bien muchos ciudadanos y estados sufren porque se vuelva a instaurar el régimen de terror que caracterizó el país durante los años 90, esta vez los talibanes contarán con una herramienta más para triangular y deshacerse de sus enemigos: la información de sus cuentas de internet.

Dónde trabajabas, qué opinabas del antiguo gobierno, qué posición tenías con respecto a los talibanes, en qué crees, quién te gusta, con quién has compartido opiniones, qué escuchas. Esta información y muchísima más se puede extraer de los correos, las redes sociales, los mensajes y, en general, de toda la actividad de una persona en internet. Miles de afganos se están apresurando a borrar su huella digital de todas las plataformas ante la posibilidad de que los talibanes recurran a bases de datos biométricas (donde se pueden recoger datos detallados de la actividad y la naturaleza de cada individuo) y su historial digital para detectar disidentes, según publica Reuters.

Se trata de una amenaza muy real, ya que como recuerda Reuters, en Afganistán hace años que se ha impulsado la digitalización de bases de datos en el país y la introducción de tarjetas de identidad digitales y datos biométricos para votar. Los activistas advierten que estas tecnologías, implantadas para facilitar la vida de los ciudadanos, ahora se pueden utilizar para atacar a grupos vulnerables. "Entendemos que es probable que los talibanes tengan acceso a varias bases de datos y equipos biométricos en Afganistán", escribió el lunes la ONG Human Rights First en Twitter.

Afganistant Kabul / Efe

Muchos ciudadanos siguen intentando huir del nuevo régimen talibán / Efe

El miedo de ser etiquetados por los talibanes ya se extiende desde hace días por las calles afganas. Según publicó la periodista de la BBC Sana Safi en Twitter, en las calles afganas el domingo ya había chicos y hombres que "escudriñaban frenéticamente sus teléfonos para borrar los mensajes que habían enviado, la música que habían escuchado y las fotografías que habían tomado".

La brecha digital, un gran punto débil

Cuando hablamos de brecha digital nos referimos a la diferencia de conocimientos sobre el uso de las tecnologías y el acceso a estas en varios grupos de la sociedad. Por ejemplo, las dificultades que pueden tener las personas mayores para pedir cita para un médico a través de una aplicación de teléfonos o las complicaciones de una familia con pocos recursos para tener internet en casa. En el contexto de Afganistán, el primer caso de brecha digital se presenta como el más peligroso, ya que mucha gente, sobre todo los que no son nativos digitales, se puede encontrar en problemas a la hora de hacer desaparecer su paso por internet y, por extensión, pueden ser más vulnerables ante una represión que use estos recursos. 

Muchos ciudadanos por todo el mundo utilizan las redes sin demasiada conciencia de su futuro impacto o de cómo podrían borrar su presencia de estas. Un hecho que se les puede volver en contra ante un cambio de régimen repentino en la política de un país. Ante el miedo y el desconcierto de muchos ciudadanos afganos que se ven impotentes ante la dificultad para borrar del ciberespacio todo aquello que les pueda poner en el punto de mira de los talibanes, Human Rights First ha publicado una serie de consejos para facilitar el proceso, según informa El País.

Guía para desaparecer de internet (y sus limitaciones)

Los pasos o consejos que presenta la guía elaborada por Human Rights First no están pensados específicamente para Afganistán. Originariamente esta era una lista de pasos a seguir para los activistas hongkongueses el año 2020. La persecución a través de la gestión de datos de internet no es nueva, no es única de Afganistán y se extiende por muchos tipos de regímenes.

Con respecto a los consejos que da desde hace tiempo Human Rights First, el primero es empezar con una lista clara de lo que se quiere eliminar, con el fin de no perder tiempo deambulando por nuestro propio contenido online. Cuando tenemos claro qué queremos eliminar tenemos que afrontar una realidad, según la organización: "Incluso si suprimís toda la cuenta, en algunos casos las plataformas tienen retención de datos políticos que archivan los datos con fines policiales o gubernamentales. Otros datos puede ser que las autoridades ya los hayan capturado o que hayan sido capturados por los proveedores de servicios y plataformas. Puede ser que no sea posible borrar completamente vuestra información".

frontera pakistan afganistan chaman refugiados retirada eeuu talibanas

Los afganos han acudido en masa a las fronteras de su país para huir de la amenaza talibana / Efe

La dificultad no tiene que porque parar a nadie y menos en contextos donde las represalias son tan extremas. Teniendo en cuenta que hay rincones a los cuales no podremos acceder nunca más por culpa del sistema deficiente de gestión de datos, hay que intentar hacer toda la limpieza de nuestros datos que sea posible y, si hay tiempo, crear una nueva vida digital encima, la cual permita tener las espaldas relativamente cubiertas, según aconseja la ONG.

En declaraciones a El País, Welton Chang, jefe tecnológico de Human Rights First, ha asegurado que espera que "este cambio en Afganistán nos haga más conscientes, pero pasa que es muy difícil llegar a un equilibrio en nuestras vidas en línea para restringir el acceso a tu información y seguir viviendo en un entorno digital; casi todo lo que hacemos deja algún rastro". Se dice que la mejor defensa es un buen ataque, y en este caso, el mejor ataque defensivo es dejar muy poca de nuestra vida registrada en miles de servidores diseminados por el ciberespacio.

 

Imagen principal: Un talibán patrulla las calles de Kandahar / Efe