Si todavía quedaba alguna duda tras todas las informaciones de este jueves y las imágenes explícitas del cadáver, Hamás ha confirmado este viernes la muerte de Yahya Sinwar, su líder, el cerebro del 7-O y el número 1 en la lista de objetivos de Israel. Pero, ¿y ahora, qué? La única cosa clara es que el asesinato ha sido un golpe duro para Hamás, pero no letal. Así lo han expresado tanto la misma milicia palestina como también su principal aliado, Irán, además de una serie de expertos que han analizado la situación en medios de comunicación internacionales.
❓ Quién es Yahya Sinwar, líder de Hamás en Gaza y número 1 en la lista de objetivos de Israel por el 7-O
En su primer comunicado después de la noticia, Hamás ha advertido que la muerte de sus líderes "no significa ni el fin del movimiento, ni el de la lucha del pueblo palestino". "Es un movimiento de liberación dirigido por personas que buscan la libertad y la dignidad, y eso no se puede eliminar", reza el comunicado firmado por Basem Naim, jefe relaciones políticas e internacionales del buró político. Naim ha considerado que estas muertes han hecho "más fuerte y más popular" al grupo islamista, ya que estas personas son recordadas como "iconos entre las futuras generaciones que continuarán el camino hacia una Palestina libre". "Sí, es muy doloroso y angustiante perder personas amadas, especialmente líderes extraordinarios como los nuestros, pero del que estamos seguros es que finalmente saldremos victoriosos. Este es el resultado para todas las personas que han luchado para su libertad", ha concluido.
Fuente de inspiración para la resistencia contra Israel
En una línea similar se ha expresado el ministro iraní de Exteriores, Abbas Araghchi, que ha afirmado que la muerte de Sinwar será una fuente de inspiración para los luchadores de la resistencia contra Israel. "Su destino, bellamente representante en su última imagen, no es disuasivo, sino que una fuente de inspiración para los combatientes de la resistencia en toda la región, palestinos y no palestinos", ha dicho, antes de añadir que "los mártires viven para siempre, y la causa para la liberación de Palestina de la ocupación está más viva que nunca".
A pesar del optimismo en el llamado Eje de la Resistencia (Irán, los palestinos de Hamás, los libaneses de Hizbulá, los hutíes del Yemen y milicias iraquíes), la realidad es que el grupo islamista ha quedado decapitado en los últimos meses: hay que recordar que Israel también había matado a otros líderes importantes, como Ismael Haniye y Mohamed Deif. Así, expertos consultados por medios como The New York Times han señalado que los asesinatos podrían provocar un vacío de liderazgo y caos en las filas. Pero casi nadie piensa que esto sea el final de Hamás, ni mucho menos.
Hamás, una organización descentralizada
Uno de los analistas, Fuad Khuffash, ha apuntado que "Sinwar era una persona extremadamente importante en el movimiento" y que su muerte "no es un tema fácil", aunque "no hará que Hamás se retire y se rinda". La cosa es que Israel ya ha matado a docenas de líderes de la milicia palestina y miles de sus miembros desde que se creó en los años 80, y el resultado ha sido siempre el mismo: Hamás se ha repuesto y, a menudo, con más ferocidad. Hay quien dice que ahora, después de que el ejército israelí haya muerto más de 42.000 personas en la Franja, el grupo cuenta con más apoyo que nunca.
De hecho, Israel ha asegurado en varias ocasiones haber limpiado zonas en las cuales Hamás ha vuelto a aparecer, lanzando nuevos ataques. Una de las claves es que los milicianos "han estado luchando esta guerra durante un año en un espacio muy cerrado, de manera que la organización está descentralizada hasta el límite". Así lo ha explicado al mismo medio el analista Ramzy Mardini, que ha añadido que "luchan en unidades muy pequeñas de una docena o menos de combatientes que tienen mucha autonomía". "La muerte de Sinwar probablemente no afectará a estas operaciones, ya que había perdido la capacidad de dirigirlas", ha concluido.
El último punto a destacar es cómo Israel ha creado un mártir, mediante la difusión del vídeo de los últimos momentos de Sinwar, en el cual se ve como ni había huido del conflicto, ni se había escondido: es la prueba que el líder de Hamás ha muerto luchando, cosa que refuerza la idea iraní de "fuente de inspiración" para el resto de combatientes. Eso es lo que Estados Unidos quiso evitar con la muerte de Osama bin Laden, del cual ni se publicaron imágenes ni se entregó el cadáver, con la idea de evitar que se convirtiera en mártir.
Tanto desde la Unión Europea como desde Estados Unidos se ha considerado que la muerte de Sinwar tiene que ser un "punto de inflexión" para conseguir un alto el fuego en Gaza, que permita la liberación de los rehenes y la asistencia humanitaria. Pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha descartado de momento esta opción y ha asegurado que "la guerra no ha acabado". "Es el inicio del día después de Hamás", añadió Netanyahu, en un discurso televisado después de que se conociera la noticia.