Al menos tres muertos en un tiroteo en la ciudad sueca de Uppsala, a unos setenta kilómetros al norte de Estocolmo. Los hechos han tenido lugar en el centro de la ciudad. "Se ha confirmado la muerte de tres personas en un tiroteo. Como la policía está trabajando en la identificación de los muertos, quiere remarcar que ningún familiar ha sido informado. La policía investiga los hechos como homicidio", dice el primer comunicado policial. Hay que recordar que el país ha sufrido en los últimos años un aumento de tiroteos mortales por mor de los conflictos entre bandas criminales, que han afectado también a Noruega y Dinamarca.

La policía de Uppsala ha recibido un aviso de "fuertes detonaciones" cerca de la plaza de Valksala a las 17.04 horas y ha bloqueado varias zonas adyacentes, hasta el punto que el tráfico ferroviario se ha interrumpido durante cerca de una hora. Según la prensa local, testigos presenciales han oído entre siete y nueve tiros, al lado de una peluquería del centro —hasta donde se han desplazado los servicios de emergencias—. Los mismos testigos han dicho que han visto gente en la zona corriente a refugiarse. Hasta las 20.00 horas, las autoridades todavía buscaban al presunto autor de los hechos, que habría huido del lugar en un ciclomotor. La policía ha puesto en marcha un amplio operativo policial que incluye helicópteros. En las redes sociales se han compartido imágenes del lugar de los hechos:

 

Dos meses desde el último gran tiroteo

En el comunicado, la policía ha añadido que también hay varias personas heridas, sin que a las 20.00 horas hubiera especificado la cantidad de heridos. Sí que ha explicado que ha acordonado una zona amplia y que han puesto en marcha varias investigaciones en el lugar de los hechos. El tiroteo ha coincidido con la víspera de Walpurgis, una de las principales fiestas que se hace en Suecia (y en varios países de la Europa central y del norte) y que se celebra con hogueras en la calle.

El tiroteo de este martes tiene lugar casi dos meses después de un tiroteo masivo en Örebro, el más mortífero de la historia de Suecia. Diez personas murieron en manos de un hombre de 35 años que abrió fuego contra estudiantes y profesores de un centro de educación para adultos. Según las primeras hipótesis, el autor fue un lobo solitario y no estaba relacionado con las mencionadas bandas criminales —a la vez que se descartaron vínculos con organizaciones terroristas.