Elon Musk ha celebrado el retorno de Donald Trump con un saludo romano, como los nazis, y ha desatado la polémica. En el mitin posterior a la toma de posesión —celebrado en el estadio Capital One Arena de Washington—, el magnate tecnológico y miembro de la Administración Trump ha sorprendido a todo el mundo con el gesto que ha hecho al principio de su discurso: se ha puesto la mano derecha en el pecho y después ha extendido el brazo de manera recta, con movimientos lentos, decididos y claros. "Solo quiero decir gracias por hacer que ocurra (el retorno de Trump)", acababa de decir. El gesto lo ha hecho dos veces y entre la primera vez y la segunda, Musk dice la expresión "my heart goes out to you" (que se podría traducir como "mi corazón está con vosotros"). Sin embargo, vistas las imágenes, más de un usuario se ha preguntado si había dicho Sieg Heil o Heil Hitler. Las imágenes se han hecho virales.
Hay que recordar que Musk es considerado la mano derecha de Trump en esta nueva etapa y que hace tiempo que se ha acercado a las posiciones a más extremistas. Después de ayudar al republicano a volver al poder, ahora está obsesionado con hacer subir la ultraderecha en Europa y, concretamente, los ultras de Alternativa por Alemania (AfD). "Son la última esperanza", dijo el propietario de X (el antiguo Twitter), en el marco de las elecciones alemanas de febrero —en las cuales la extrema derecha podría ganar por primera vez desde de Adolf Hitler—. Además, impulsó a la líder de la formación ultra, Alice Weidel, y agitó la mentira de que "Hitler era comunista".
Musk, just now pic.twitter.com/91tYpCITfT
— Azi™️ (@Azi) January 20, 2025
En este contexto, los usuarios de la red social se han quedado boquiabiertos cuando han visto las imágenes que se han emitido en todas las cadenas de Estados Unidos. "¿Acaba de hacer el saludo nazi?" y "¿Pero qué cojones?" han sido las reacciones generales de muchas personas en X, sin acabar de entender qué acababan de ver. Porque hasta ahora era impensable ver a un miembro del gobierno estadounidense hacer en público el saludo nazi, pero ya sabemos que el retorno de Trump a la Casa Blanca significa un cambio de las reglas del juego.
Hasta las 22.00 horas (las 16.00 horas en Washington) de este lunes, Musk no ha dicho ni una palabra sobre la polémica. El magnate se ha limitado a celebrar el anuncio del presidente sobre enviar astronautas a Marte, con la cual seguramente se enriquecerá —ya que Musk también es propietario de SpaceX, una de las principales empresas de transporte aeroespacial—. Durante su discurso y el discurso inaugural de Trump, el empresario —de 53 años— también se ha dedicado a hacer otros gestos que recuerdan a un niño pequeño.