Cuando el agitador Alvise Pérez y su formación Se Acabó la Fiesta (SALF) llamó a la puerta del grupo liderado por Hermanos de Italia en el Parlamento Europeo y llamado Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) en el mes de julio, le respondieron que volviera en septiembre. Aunque en su momento la formación daba por hecho que se sumaría a las filas del grupo de Giorga Meloni en la Eurocámara, septiembre ha pasado y la respuesta por fin ha llegado: no. El grupo de ECR ha difundido una imagen con sus miembros, en la que la presencia de los eurodiputados de Se Acabó la Fiesta ha brillado por su ausencia. Así pues, la esperada alianza no ha funcionado
En el mes de julio, el entorno de Se Acabó la Fiesta daba por hecho el acuerdo entre los de Meloni y Alvise. Sin embargo, desde el mismo grupo de ECR se matizó que la formación de Alvise había presentado la solicitud para formar parte, pero eso no implicaba que estuviera aceptada. Así pues, a SALF le quedan dos vías después de este rechazo. Por un lado, puede tratar de llamar a la puerta de otro grupo de extrema derecha, concretamente al liderado por Alternativa por Alemania, llamado la Europa de las Naciones. Aunque también le quedaría un tercer grupo de extrema derecha, este no lo recibiría con los brazos abiertos, ya que es un feudo de Vox. Se trata del grupo de Patriotas por Europa (PfE), impulsado por Marine Le Pen y Viktor Orbán. De hecho, antes de que los de Abascal se unieran a las filas de PfE, Alvise los acusó de vetarlo en ECR, cuando se presuponía que Vox iría al grupo de ECR, pero finalmente no fue así.
La última opción que le queda a Alvise es decantarse por no pertenecer a ningún grupo y proseguir su camino en el Parlamento Europeo en solitario. Esta opción presenta ciertos inconvenientes, ya que estar dentro de un grupo te da más fuerza y más representación que ir por libre. Por ahora, Se Acabó la Fiesta no ha comentado que hará con su futuro en el Parlamento Europeo. Lo que sí que confirmó Alvise hace meses es su intención de dejar la Eurocámara cuando se convoquen elecciones generales.
Días difíciles para Alvise
Hace días que Alvise está en el punto de mira desde que un empresario de criptomonedas, Alvaro Romillo, confesó que le había hecho una donación de 100.000 euros en metálico para la campaña europea, la cual puede violar la ley de financiación de partidos. De hecho, Alvise ha reconocido que cobró este dinero, aunque ha afirmado que el hecho de no declararlo fue un movimiento de "legítima defensa contra el terrorismo fiscal del Estado".
En un vídeo de más de cuatro minutos, Alvise ha aprovechado para reiterar sus tesis antisistema, apuntando que los políticos son "títeres" del sistema y que "unos pocos lobbies controlan toda Europa". También, para justificar su forma de actuar en ojos de los simpatizantes de SALF.