La NASA ha confirmado este martes que su nave DART consiguió desviar la trayectoria del asteroide Dimorphos, ubicado a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra, en una prueba de estrategia de defensa planetaria. El administrador de la agencia espacial norteamericana, Bill Nelson, ha apuntado que, antes del impacto, Dimorphos tardaba 11 horas y 55 minutos en girar en torno a otro asteroide mayor llamado Didymos, con el que forma lo que se conoce como un sistema de asteroide doble. La nave, sin embargo, consiguió reducir esta órbita a 32 minutos: "Habría sido un éxito si hubiera acortado el tiempo sólo unos 10 minutos, pero lo redujo más y modificó su trayectoria", han explicado después de alcanzar el objetivo de la primera misión de defensa planetaria.
La órbita de Dimorphos se ha acercado unos diez metros a Didymos, un cambio en su trayectoria provocado por el impacto de la nave de la NASA que es permanente. Era la primera vez en la historia de la humanidad que se intentaba cambiar la trayectoria de un cuerpo celeste para probar cómo se tendría que defender la Tierra ante la colisión de un asteroide similar a lo que hace 66 millones de años provocó la extinción de los dinosaurios. El impacto de DART tuvo lugar el pasado 26 de septiembre y fue retransmitido en directo. Esta nave no tripulada medía casi lo mismo que una nevera y su construcción tuvo un coste de más de 330 millones de dólares, unos 339,25 millones de euros. "Hace dos semanas, la NASA volvió a hacer historia. Hicimos la primera prueba de defensa planetaria de la humanidad y mostramos en el mundo que la NASA es un defensor serio de este planeta", ha asegurado Nelson en la presentación de las conclusiones de la misión.
Las primeras informaciones
Dimorphos es un cuerpo espacial de 160 kilómetros de diámetro parecido a una luna que gira en torno a Didymos, un asteroide de 780 metros de diámetro y cuyo nombre significa "gemelo" en griego. La NASA ha detallado que las conclusiones de este martes son sólo "el principio" de toda la información que esperan que les proporcione esta misión, pensada para poner a prueba la tecnología existente en caso de que llegara algún cuero pceleste a la Tierra que supusiera un peligro directo. Es por eso que la misión buscaba desviar el asteroide y no destruirlo. "No es explotar el asteroide en millones de trozos, sino darle un pequeño empuje", avanzó el pasado septiembre Nancy Chabot, a una de las principales investigadoras que trabajan en la nave DART.
Catalunya, parte del equipo
El Instituto de Estudios Espaciales de Catalunya y el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) participa en este estudio de la NASA que analiza cómo actuar ante un asteroide que se podría considerar potencialmente peligroso. El astrofísico Josep Maria Trigo-Rodrígue forma parte del equipo científico de la misión. Es miembro del Instituto de Estudios Espaciales de Catalunya (IEEC) e investigador en el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC). "Con la misión DART pretendemos entender mejor los aspectos clave que influyen en la transferencia de momento cinética por un proyectil sin carga explosiva. Es un experimento físico con el cual queremos conocer la eficiencia con que un proyectil kamikaze excava un cráter en un asteroide, lanzando los materiales de la superficie del asteroide en dirección opuesta al proyectil", explicó Trigo-Rodríguez pocos días antes de la misión. "Como mayor sea la eficiencia de este proceso, mayor será el desvío del asteroide, pero hay un factor multiplicativo en el proceso de excavación por impacto que hace falta entender mejor a partir de este experimento", concluyó.