Uno de los países más pequeños del mundo es el que tiene una de las tasas de obesidad más altas del planeta. Se trata del tercer país más pequeño del mundo detrás del Ciudad del Vaticano y Mónaco y la república independiente más pequeña del mundo. La isla de Nauru, ubicada en el Pacífico Sur, tiene la tasa de obesidad más alta del mundo, tal como constata el Factbook de la CIA. Aunque Nauru es uno de los países más pequeños y menos poblados del mundo, con una población de cerca de 10.000 personas. Su tasa de obesidad es extremadamente alta, con más del 70% de su población adulta afectada por esta condición. Una de las causas de esta situación se debe a la dependencia económica de Nauru de la exportación de fosfato, un hecho que ha comportado a una dieta alta en grasas y azúcares a la población.
Algunos de los factores, sin embargo, están relacionados con la historia y la economía del país. En la década del 1960 y 1970, Nauru era un importante exportador de fosfato, un mineral usado en la producción de fertilizantes. Esta exportación generó una gran riqueza en el país, pero también ha tenido efectos negativos en la salud de la población. Y es que con la riqueza generada por la exportación de fosfato, la población de Nauru adoptó una dieta rica en grasas y carbohidratos, incluyendo alimentos procesados y bebidas azucaradas. Además, el país ha importado una gran cantidad de alimentos, un hecho que ha aumentado todavía más la disponibilidad de alimentos poco saludables.
La contracción de la economía de Nauru
La economía de esta pequeña isla del Pacífico ha sufrido una gran contracción desde la década de 1990, un hecho que ha afectado a la capacidad del país para abordar la obesidad y otros problemas de salud. Aunque Nauru ha introducido programas para promover una alimentación más saludable y un estilo de vida activo. Estos esfuerzos, pues, se han enfrentado a desafíos a causa de la falta de recursos y a la dependencia económica del país de la exportación de fosfato.
Otro factor que también contribuye a la obesidad de Nauru es el cambio en la actividad física. La población era mucho más activa hace unos años que ahora, por|para la pesca y la agricultura, pero con la disminución de estas actividades, la población tiene otro estilo de vida, más sedentario. A más, la construcción de carreteras y la disponibilidad de vehículos motorizados.
La riqueza y el declive en pocas décadas
Todo empezó después de la independencia de la isla en 1968. Primero fue Alemania, después pasó en manos japonesas y, finalmente, pasó para|por Australia. En este sentido, Nauru empezó a sufrir un crecimiento económico exponencial, que ha acabado de la peor manera.
A consecuencia de la explotación minera, los territorios quedaron destruidos. De hecho, casi el 90% de los terrenos fueron estropeados por las máquinas excavadoras, según el Factbook de la CIA. Nauru estuvo casi en quiebra|bancarrota durante la década de los 90, cuando las reservas de fosfato empezaron a acabarse. El gobierno y los grandes inversores extranjeros también sufrieron las consecuencias y sufrieron pérdidas importantísimas.
Los bosques naturales habían desaparecido, el desastre ecológico y la decadencia de la naturaleza han sido los más graves del mundo y también los menos conocidos, tal como destaca el portal Econoticias. Las cosas no son fáciles en Nauru porque además de estos desbarajustes naturales, esta isla también está amenazado por el cambio climático. Y es que al tener un relevo|relieve bajo, es una de las islas que podría desaparecer por|para el deshielo.
¿De qué vive Nauru?
Actualmente, el país es insolvente. Por lo tanto, depende de los pocos ingresos por|para los fosfatos y de las ayudas internacionales que provienen de Australia y Taiwán. En el primero, constata el mismo portal, tiene una prisión y un campo de refugiados. Y a Taiwán, a cambio del voto de la nación en la ONU. Y es que la geopolítica, en estos casos, es importantísima. En una apuesta por la ayuda humanitaria rusa, en el 2008, Nauru reconoció las repúblicas separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.