La viceministra israelí de Exteriores, Sharen Heskel, ha afirmado este martes que las negociaciones para la siguiente fase del alto el fuego en Gaza “llevarán tiempo” porque se discute “en detalle” el “día después” de la franja, qué tiene que ocurrir para asegurar “la seguridad y la protección” del pueblo israelí. “Eso no es algo que se concluya en dos o tres días, porque se habla de lo que pasará en Gaza desde un punto de vista civil, desde un punto de vista de seguridad y muchos otros aspectos”, ha destacado Heskel en una rueda de prensa con medios internacionales.
La viceministra explicó que mantiene una “actitud positiva” con respecto a las negociaciones que se están desarrollando en Doha, donde acudió este lunes una delegación israelí, e insistió en que Israel aboga por una propuesta de los Estados Unidos de alargar durante las fiestas del Ramadán y la Pascua judía la primera fase del alto el fuego, que acabó.
¿De qué se habla en esta segunda etapa?
Esta delegación, según medios israelíes, no tiene la capacidad de negociar un final de la guerra, que es lo que pide Hamás, que aboga para que se pase a la segunda fase del acuerdo ya pactado en enero que lleva a la retirada de las tropas israelíes de Gaza y un alto el fuego permanente. “Del día después es de lo que estamos hablando ahora en la segunda etapa”, ha destacado Heskel, que añadió que Israel necesita asegurar “la seguridad y la protección” de su pueblo.

“Es bastante obvio que las ideas de los países árabes están muy lejos de eso, porque si se deja Hamás en el poder, es solo cuestión de tiempo hasta que vuelva a tener el control civil y militar”, ha insistido la viceministra, para la cual hasta ahora las visiones de los países árabes y la de los EE.UU. no se alinean. Heskel ha afirmado que las encuestas hoy día dan la victoria a Hamás en la Cisjordania ocupada, cosa que para la vicepresidenta significa que solo es cuestión de unos pocos años hasta que Hamás vuelva al poder en Gaza.
“Tenemos que mirar la realidad a los ojos si queremos encontrar una solución en que los palestinos puedan vivir al lado de los israelíes”, ha subrayado, con el fin de construir, añadió, “una coexistencia real”. Heskel celebró también la propuesta del presidente norteamericano, Donald Trump, de desplazar a los dos millones de ciudadanos de Gaza y la calificó de “un claro ejemplo de pensar de manera innovadora y que las viejas suposiciones, las viejas fórmulas, han demostrado ser erróneas”.
Y preguntada por si hay algún otro país, aparte de Jordania, que esté dispuesto a recibir refugiados palestinos de acuerdo con el plan de Trump, Heskel no respondió directamente, pero criticó que los países europeos, así como Egipto, Qatar, Iraq o Irán, acogieran refugiados sirios, ucranianos o afganos, y no palestinos. “¿Qué tienen los palestinos para que se nieguen?”, se ha preguntado.