El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha afirmado ante la Asamblea General de la ONU que su país está ganando una guerra "por su vida" con Irán, que según él es quien dirige los ataques de la milicia chií Hizbulá contra el norte de Israel. "Tengo un mensaje para los tiranos de Teherán: si nos atacan, les atacaremos. No hay lugar en Irán que el largo brazo de Israel no pueda alcanzar, y eso vale para todo Oriente Medio", ha apuntado el mandatario, que ha dicho que Israel no se conforma con ser "el carnero que va al sacrificio". "Los soldados de Israel han devuelto el golpe con increíble valor y un sacrificio heroico. Y tengo otro mensaje para la Asamblea y el mundo fuera de aquí: Estamos ganando", ha añadido. En este sentido, ha confirmado que no piensa aceptar un alto el fuego en ninguno de los frentes —ni en Gaza con Hamás ni en el Líbano con Hezbolá—, pero sí que ha alargado la mano a Arabia Saudí para un eventual acuerdo de paz y reconocimiento mutuo.

Netanyahu ha querido dejar claro ante la Asamblea General de la ONU que no piensa poner fin en la guerra en Gaza: "No descansaremos hasta llevar a los rehenes restantes a casa". El mandatario israelí ha afirmado que no pensaba venir a la cumbre, pero ha decidido hacerlo "después de escuchar todas las mentiras y calumnias dirigidas contra mi país desde este mismo podio, para dejar las cosas claras", en referencia a todos los llamamientos que decenas de países han hecho estos días para que declare un alto el fuego y pare las cruentas ofensivas sobre Gaza y el Líbano. Netanyahu ha llevado a la sede de la ONU un grupo de familiares de rehenes de Hamás, que lo han recibido con una larga ovación desde la tribuna de invitados y lo han aplaudido en numerosas ocasiones.

Si bien descarta por ahora un posible alto el fuego en Gaza o en el Líbano, ha  la mano a Arabia Saudí en su discurso ante la Asamblea General de la ONU. "Qué bendiciones podría llevar la paz con Arabia Saudí", ha dicho, y ha detallado que los frutos de este acuerdo se reflejarían inmediatamente en la economía, la seguridad, el turismo, la agricultura, el agua y hasta la inteligencia artificial: "Una paz así sería un hito histórico, llevaría la reconciliación entre árabes e Israel, el islam y el judaísmo, la Meca y Jerusalén". Esta posible alianza, a la cual ya se han adherido los países de los llamados 'Acuerdos de Abraham' —Emiratos, Marruecos, Baréin— y previamente Egipto y Jordania, todos ellos firmantes de tratados de reconocimiento de Israel, tiene según Netanyahu un principal enemigo: Irán, que a través de sus "delegaciones" en Siria, Yemen o Líbano se oponen a toda reconciliación.

Continúan los bombardeos sobre el Líbano

Después de haber arrasado la franja palestina de Gaza y dejado más de 41.000 muertos, muchos de los cuales civiles y 16.756 niños, el Ejército israelí ha confirmado este viernes que sus fuerzas aéreas continúan en estos momentos "atacando objetivos" del grupo paramilitar islamista libanés Hezbolá en el sur del Líbano, por quinto día consecutivo, que han causado hoy al menos 25 muertos, según el Ministerio de Salud Pública libanés. "Durante las últimas dos horas, las Fuerzas Aéreas de Israel también atacaron decenas de lanzadores dirigidos al Estado de Israel, instalaciones de almacenamiento de armas e infraestructura (de Hezbolá) en las áreas meridionales de Sidón y Nabatieh, entre otras", detalla un comunicado castrense.

Además, también han dicho haber destruido los lanzadores utilizados para disparar esta mañana una decena de proyectiles contra la zona de la ciudad de Tiberíades, donde un joven sufrió heridas moderadas después de la caída de metralla durante la interceptación de uno de los cohetes. En diferentes momentos de la mañana, se activaron también las alarmas antiaéreas en la ciudad de Haifa y en el centro de Israel, después del lanzamiento de madrugada de un misil balístico en dirección a Tel Aviv por los rebeldes hutís del Yemen, que, según el Ejército israelí, fue interceptado fuera de sus fronteras. Se trata del segundo misil de este tipo lanzado contra el centro de Israel esta semana, después de que el pasado día 25 Hezbolá hiciera el propio, activando las alarmas en Tel Aviv y otras áreas próximas. Según el Ejército israelí, era la primera vez que la milicia chií libanesa apuntaba en Tel Aviv, lo cual desencadenó intensos bombardeos israelíes en represalia.

Los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá entraron en una nueva fase de intensidad la semana pasada, cuando explotaron simultáneamente unos 5.000 aparatos de comunicación, y varios de sus altos mandos fueron asesinados en las afueras de Beirut el pasado viernes. Desde entonces, han muerto más de 700 personas en el Líbano, miles han resultado heridas y más de 77.000 han sido desplazadas de sus hogares, unas cifras sin precedentes desde la guerra civil libanesa (1975-1990).

 

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