En pleno asedio a la ciudad de Rafah, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha acusado al gobierno de Estados Unidos de estar ralentizando el envío de armas a Israel. "Hace unos meses, hubo una caída dramática del suministro de armamento que llegaba de EE.UU. a Israel", ha criticado el mandatario, que ha contado que durante "muchas semanas" han estado pidiendo a los "amigos estadounidenses" que aceleraran los envíos. En una comparecencia realizada este domingo, el propio Netanyahu ha cargado contra el ejecutivo de Joe Biden, afirmando que es "inconcebible" que el país haya retenido armamento israelí.
El ejército, que avanza hacia el noroeste de la localidad gazatí de Rafah, ha intensificado sus ataques en la frontera y, según el ministerio de Sanidad local, controlado por Hamás, ha dejado un centenar de palestinos muertos en las últimas horas. En el barrio Tal al Sultan, han localizado un punto que el grupo terrorista utiliza, presuntamente, para entrenar a los milicianos y almacenar armamento.
Netanyahu hará todo el posible para que los soldados tengan los "mejores recursos de combate"
Al no obtener respuesta ni ver restablecido el flujo de armamento procedente de EE.UU., Netanyahu se vio obligado a pedir públicamente ayuda para abastecerse de munición y armas. En este sentido, el primer ministro ha insistido en que su deber es "hacer todo lo posible" para que los soldados israelíes dispongan de los "mejores recursos de combate", y ha avisado que está dispuesto a sufrir los ataques personales que haga falta para cumplir con sus obligaciones.
El gobierno de Joe Biden se hace el sordo
Por su parte, el ejecutivo de Joe Biden salió a decir que no sabía de qué retenciones los acusaba Israel. Según el gobierno, el único envío que frenaron fue un cargamento con 3.500 bombas en el mes de mayo, porque les preocupaba que los militares hicieran un uso indebido y lanzaran los misiles en zonas densamente pobladas, como la ciudad de Rafah. La CNN informó, en su momento, de que el paquete que se quería enviar contenía 1.800 bombas de 907 kilos y 1.700 bombas de 226 kilos. Para aclarar el asunto, el ministro de Defensa Israelí, Yoav Gallant, ha viajado a Washington para reunirse con su homólogo, Lloyd Austin, y debatir la situación en Gaza y el Líbano. Con respecto a este último país, cabe decir que el conflicto entre la milicia libanesa Hizbulá e Israel también ha escalado, lo que hace pensar en una nueva guerra con implicaciones regionales. Se calcula que desde que empezó la guerra en Gaza, hace siete meses, han muerto más de 37.500 personas.