El primero ministro de Israel, Benjamin Netanyahiu, ha anunciado este lunes por la tarde detener temporalmente la reforma judicial que pretendía aprobar. Esta reforma, que tenía que servir para rehacer el sistema judicial en el país, daría todavía más poder a Netanyahu. Por este motivo, la propuesta se ha recibido con rechazo a gran parte de la sociedad, la oposición y también en parte de los miembros del gobierno, como el ministro de defensa o el presidente de Israel. Concretamente, Netanyahu ha acordado posponer la reforma judicial hasta la próxima sesión parlamentaria, según una declaración de uno de los partidos socios de la coalición.
"Por responsabilidad nacional, decidí suspender la segunda y tercera lectura de la ley (de elección de jueces) en esta sesión de la Knéset (Parlamento) para dar tiempo a tratar de llegar a un acuerdo amplio, en preparación para la legislación durante la próxima sesión parlamentaria", declaró en un mensaje televisado el primer ministro, aunque no abandona por completo el proyecto, que espera salga adelante en los próximos meses. Esta decisión la ha tomado el primer ministro después de la espiral de protestas, destituciones y malestar que se estaba generando en el país. Este domingo fue destituido el ministro de defensa, Yoav Gallant, quién fue el primer miembro del gobierno en alçatr la ve en contra de la polémica reforma. En respuesta a la destitución del ministro se produjeron protestas masivas por todo Israel, que concentraron además de medio millón de manifestantes. Otra muestra de rechazo hacia la reforma ha llegado este mismo lunes, cuando el presidente del país, Isaac Harzog, ha pedido al primer ministro que parara la medida y actuara "con responsabilidad y valentía".
Según parece, todas estas muestras de rechazo han hecho recapacitar, temporalmente, a Netanyahu. Pero el primer ministro no ha renunciado a su propuesta de reforma sin recibir nada a cambio, y es que ha hecho esta concesión a cambio de la creación de una Guardia Nacional que actuará bajo las órdenes el ministro de Seguridad Nacional, a Itamar Ben-Gvir. "He acordado eliminar el veto para el aplazamiento de la legislación, a cambio del compromiso del primer ministro Benjamin Netanyahu que la legislación será llevada a la Knéset para su aprobación en la próxima sesión", ha explicado el ministro Ben-Gvir.
El plan de Netanyahu se ha encontrado con una dura oposición de los críticos, que afirman que limitaría el poder de los jueces y amenazaría la independencia del Tribunal Supremo. La propuesta fue presentada por la coalición de derechas de Netanyahu en enero y se ha encontrado con manifestaciones regulares en todo el país. Antes del anuncio que el plan se aplazaría, grandes multitudes de manifestantes y contra protestas se habían reunido delante de la Cort Suprema de Jerusalén, muchos agitando banderas israelíes.
Las protestas contra la reforma paralizan Israel
Más de medio millón de israelíes salieron a las calles en diferentes puntos del país este domingo por la noche, incluyendo las ciudades de Tel-Aviv, Jerusalén, Haifa y Beer Sheva, para protestar contra la destitución del ministro de Defensa, Yoav Gallant, que se opuso públicamente a la reforma judicial impulsada por el primer ministro, Benjamín Netanyahu. Las manifestaciones, que fueron descritas como las más multitudinarias hasta el momento y que fueron espontáneas, reunieron a más de 600.000 personas, según medios locales y obligaron a detener la actividad de gran parte del país durante horas. En Jerusalén, algunos grupos rompieron uno de los cordones de seguridad en torno a la residencia del primer ministro y se enfrentaron con la policía. Las protestas, que transcurrieron sin incidentes graves, fueron diferentes de las manifestaciones que ya se realizaban desde hace semanas, ya que estas estaban planificadas con anticipación y en coordinación con las fuerzas de seguridad.
Las protestas reflejan la creciente división a la sociedad israelí sobre la reforma judicial propuesta por el primer ministro Netanyahu, que algunos críticos consideran como un intento de minar la independencia judicial. Eso también sugiere que el liderazgo del primer ministro está siendo cuestionado, ya que se trata de la primera vez que un ministro de Defensa es destituido para ponerse en contra del primer ministro.